Un Girona de buenas intenciones

Un Girona de buenas intenciones

Buen partido del Girona para seguir cogiendo ritmo Girona frente al Nápoles de Champions. Los de Míchel demostraron tener una idea clara de juego y siguen preparándose ante el ya cercano inicio de liga. 

Aunque el resultado dictamine lo contrario, los gerundenses fueron contundentes defensivamente frente a los dorsales que tenían los italianos en el campo. Osimhen, Kvaratskhelia y Lozano estuvieron incansables durante los minutos que disputaron, poniendo a prueba una y otra vez a los cinco escogidos para proteger la portería de Juan Carlos. No pudo hacerlo tanto Politano, quien tuvo que retirarse en el minuto 20 de encuentro.

Los rojiblancos se encontraron con un rival bien puesto, rocoso y con presión arriba. Las intenciones no cambiaron para los visitantes que se empeñaron en seguir practicando su estilo de juego. El equipo priorizó la salida desde atrás a sabiendas que la presión del Nápoles iba a ser alta como estaba mostrando en sus otros partidos de pretemporada.

Los de Míchel demostraron tener una idea clara de juego ante el cercano inicio de Liga

Así pues, un Girona con muy buenas intenciones se dispuso a jugar el balón desde atrás, buscando siempre la jugada colectiva y la superioridad numérica mediante la salida de balón. Tanto fue así que hasta en dos ocasiones pudo salirles caro cuando Juan Carlos, desde su área, quiso jugar el balón con los centrales, lo que posteriormente propició dos ocasiones para los italianos que, por fortuna para el club ‘gironí’, no acabaron en males mayores.

A lo puesto y con lo suyo, el Girona tuvo las suyas para abrir la lata. Todas las jugadas que llegaban a zona de tres cuartos de campo acabaron en peligro y finalizándose, a excepción de un par que no pudo acabar de materializar Rodrigo Riquelme, que debutó después de su fichaje el pasado lunes.

El Girona tiene muy claro a qué quiere jugar. Y Míchel más. Tras salir de descanso el equipo empezó a cambiar la dinámica del encuentro. Con las mismas intenciones y la misma fórmula de trabajo que la primera parte superó al Nápoles en las acciones y en buena parte del segundo tiempo. 

Mucho tuvo que ver la entrada de Samu Saiz. Cuando el balón pasó por sus botas, el conjunto de Spalletti sufría. La asociación de los de Míchel fue a más, hasta el punto de gozar de tres ocasiones prácticamente seguidas y todas ellas con el permiso de Samu. Asistió de maravilla y de primeras a Taty Castellanos en un pase que rompió la línea defensiva y que dejó solo al argentino para peinar el cuero al fondo de las mallas. El primer fichaje del Girona volvió a mojar en su segundo partido tras ver puerta frente al Andorra en el último encuentro que disputaron los gerundenses.

Justo cuando vimos la mejor versión del conjunto catalán, el técnico de los italianos cambió al equipo como si de un calcetín se tratara, cambiando a diez de los once efectivos que se encontraban en el verde. Fue lo que más perjudicó al Girona que, por lógica, minutos y fuerza se vio superado en los últimos 20 minutos.

Las buenas sensaciones han estado desde el primer día y ahora falta acompañarlo con los resultados

Ahí fue el momento clave para el Nápoles, que supo aprovechar su frescura para volverse a adelantar en el marcador con protagonismo para Petagna y que, apenas tres minutos después, transformó un más que dudoso penalti provocado por Couto que transformó Kvaratskhelia desde los once metros.

El partido acabó con un 3-1 que para nada reflejó la realidad del partido. Enfrente de los italianos, un Girona que sigue preparándose y dejando buenas sensaciones en el juego aunque el marcador no lo reflejó al final del encuentro. A los de Míchel sólo les faltó un pellizco de fortuna. Las intenciones y las buenas sensaciones han estado desde el primer día y, a partir de ahora, únicamente faltará acompañarlo de un electrónico a favor.




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