Un gol de Simeone no basta para romper la sequía del Cagliari


Un gol del argentino Giovanni Simeone, hijo del técnico del Atlético Madrid, Diego Pablo Simeone, no bastó este sábado para evitar la derrota (2-1) del Cagliari, que lleva doce partidos sin ganar, en el campo de un Hellas Verona que sueña con Europa, en duelo correspondiente a la vigésima sexta jornada de la Serie A.



Horas después de que el Parma y el Torino empataran 1-1 en el primer partido liguero italiano tras más de 100 días de parón por la pandemia del coronavirus, el Cagliari se rindió en el estadio Bentegodi veronés ante el recién ascendido Verona, que ocupa la séptima posición y que lucha por meterse en la Liga Europa.

El Verona del técnico croata Ivan Juric tuvo un gran comienzo de partido y se hizo con una doble ventaja en los primeros 26 minutos empujado por un Samuel Di Carmine incontenible, que firmó el 1-0 de cabeza y el 2-0 con un auténtico golazo a la escuadra desde los 20 metros.

Sin embargo, el partido de los veroneses se complicó en el 35, cuando Fabio Borini vio la roja directa, tras revisión VAR, por una dura falta sobre el croata, exsevillista, Marko Rog.

Fue Giovanni Simeone, con su séptimo gol del año, el que devolvió la esperanza al Cagliari, en el que se estrenó este sábado en el banquillo el nuevo técnico, Walter Zenga, contratado en marzo pocos días antes de que se interrumpiera la temporada a causa de la pandemia.

Luchó con entrega el Cagliari, pero sus esperanzas se diluyeron cuando, a falta de veinte minutos para el final, se quedó con diez hombres por la doble amonestación a Luca Cigarini.

Con este triunfo, el Verona se colocó a un solo punto del Nápoles, sexto, en zona europea, mientras que sigue en caída libre el Cagliari, que lleva cuatro derrotas consecutivas y es duodécimo.

En el otro encuentro disputado este sábado, el
Torino y el Parma
empataron 1-1
en el Estadio Olímpico Grande Torino, con goles del camerunés Nicolas N’Koulou a centro del español Alejandro Berenguer para la ventaja local y empate del eslovaco Juraj Kucka.

En la celebración del primer gol, N’Koulou se arrodilló para protestar contra la muerte de George Floyd, el afroamericano matado por un policía en Minneápolis (Estados Unidos).


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