Migrantes cubanos a bordo de una embarcación a punto de hundirse, a 40 millas de Key Largo, Florida, el 3 de febrero de 2022.Guardia Costera de EE.UU. (AP)
La cifra de cubanos que emigra de su país por cualquier vía en medio del grave deterioro de las condiciones de vida en la isla sigue creciendo de forma alarmante. El mes pasado fueron 25.000 los que entraron por la frontera mexicana después de cruzar varios países centroamericanos, con lo que suman ya 140.000 los que han ingresado ilegalmente a territorio norteamericano desde octubre del año pasado, más que durante todo el éxodo del Mariel de 1980 (cuando lo hicieron 125.000 personas).
Más de 2.000 cubanos que intentaron llegar a EE UU por mar han sido deportados a la isla por las autoridades norteamericanas en lo que va de año (cifra que casi triplica la del año pasado), mientras que el Ministerio del Interior cubano informó este martes de dos recientes tiroteos entre guardafronteras cubanos y lanchas rápidas procedentes de Florida que buscaban recoger a migrantes cubanos, durante los cuales resultó muerto uno de los presuntos contrabandistas.
Según las autoridades cubanas, en lo que va de año se ha producido “un incremento de las incursiones de lanchas rápidas procedentes de Estados Unidos con el objetivo de realizar operaciones de tráfico de personas desde Cuba hacia ese país”, y han sido interceptadas 13 lanchas con 23 tripulantes. El incidente en el que resultó muerta una persona ocurrió el 18 de junio en Bahía Honda, en la provincia de Artemisa, cercana a La Habana, cuando los guardacostas divisaron una lancha motora con matrícula de Florida. Según un comunicado oficial, “en el momento en que iban a ser identificados, los infractores efectuaron disparos” y “la tripulación respondió al ataque. Uno de los agresores resultó gravemente herido, falleciendo posteriormente”.
El Ministerio del Interior asegura que compartió con la Guardia Costera estadounidense los detalles de identificación de la embarcación, de la persona que murió y de “otras personas detenidas”, sin informar cuantas eran. “Durante la inspección de la lancha detenida se encontraron evidencias del empleo de armas de fuego por su tripulación y presencia de droga. Producto de los disparos realizados, la unidad de Tropas Guardafronteras sufrió varios impactos de proyectiles”, aseguraron las autoridades, que informaron de otro tiroteo ocurrido el mismo día en la costa norte de la provincia de Villa Clara.
En esta ocasión, siempre según la nota oficial, otra lancha fue avistada y perseguida por un barco guardacostas cubano. “Durante la persecución, de manera sorpresiva y a corta distancia, uno de los tripulantes de la lancha intrusa abrió fuego contra los combatientes del Ministerio del Interior, con el empleo de un fusil automático calibre 5,56 milímetros. Uno de los oficiales resultó herido y la unidad de superficie de Tropas Guardafronteras, averiada con múltiples impactos”. Según las autoridades, la lancha escapó y “la embarcación cubana cesó la persecución y procedió de inmediato a evacuar al tripulante herido, que recibió asistencia médica y se encuentra fuera de peligro”. La Guardia Costera estadounidense devolvió después a una persona involucrada “en la agresión” junto a un grupo de migrantes cubanos interceptados días antes, dijo el Ministerio del Interior. El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, acusó a Washington de promover la migración irregular. “El manejo con fines políticos de las relaciones migratorias con Cuba por parte del Gobierno de Estados Unidos y la máxima presión económica constituyen estímulos a la migración irregular”, escribió el canciller en Twitter.
Las salidas ilegales de Cuba se han incrementado notablemente en los últimos meses coincidiendo con la grave crisis que atraviesa el país. Desde que Nicaragua eliminó el visado de entrada a los ciudadanos cubanos, decenas de miles de personas han abandonado la isla por esta vía para después seguir ruta hacia EE UU cruzando diversas fronteras centroamericanas, una aventura muy riesgosa que conlleva caer en manos de mafias y coyotes y que puede costar a los emigrantes entre 8.000 y 10.000 dólares para llegar a su destino. Esta es la ruta más usual, pero también las huidas por mar se han multiplicado exponencialmente, travesías que en numerosas ocasiones acaban en naufragios.
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Las autoridades cubanas informaron de que en estos momentos “llevan a cabo acciones de búsqueda y salvamento tras conocerse el hundimiento de una embarcación con 15 personas que intentaban abandonar el país de manera ilegal”. La salida se produjo el 21 de junio por la costa de Jibacoa, a unos 50 kilómetros de La Habana, y la “embarcación se hundió a una distancia considerable de la costa”, según el Ministerio del Interior, que informo que seis personas han sido rescatadas. Las autoridades cubanas culpan a EE UU de este tipo de sucesos por mantener vigentes leyes que benefician a los emigrantes cubanos cuando logran entrar a territorio estadounidense aunque sea de modo ilegal. La actual crisis migratoria que vive Cuba es una de las mayores de las últimas décadas y ocurre en momentos de graves penurias económicas, que han convertido en un calvario la sobrevivencia diaria para gran parte de la población.
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