Poca gente trabaja hoy como lo hacía antes de marzo de 2020, cuando la pandemia irrumpió bruscamente en nuestras vidas. Con la covid-19 y el confinamiento, millones de personas y empresas recurrieron al teletrabajo, y las casas se convirtieron en oficinas improvisadas de un día para otro. Aquello ya ha pasado, y ahora el reto es afrontar con garantías el trabajo híbrido. Hoy, el nuevo modelo laboral pasa por una combinación de empleados que trabajan físicamente en las oficinas y compañeros que lo hacen en sus domicilios.
Los dispositivos de trabajo –ordenadores, portátiles, teléfonos móviles, servidores e incluso impresoras– han abandonado la seguridad de los cortafuegos corporativos para penetrar en los hogares de todo el mundo, con la vulnerabilidad que eso conlleva. Algo que no ha pasado desapercibido para los delincuentes, que han aprovechado la ocasión para atacar todavía más. En los primeros días de la crisis del coronavirus, el phishing por correo electrónico se disparó más de un 600%. Otro informe revela que más del 99 % de las brechas de seguridad tiene su origen en los e-mails, la web, los chats o las conexiones USB. Y en nueve de cada diez ciberataques interviene de forma involuntaria la víctima, al abrir o descargar por desconocimiento archivos maliciosos en los equipos informáticos.
La clave pasa por proteger en todo momento los recursos que utilizamos para trabajar. Por un lado, los empleados que trabajan en remoto deben ser conscientes de que los ciberdelincuentes aprovecharán cualquier rendija, por mínima que sea, para asaltar y entrar en sus equipos. Por otro, las empresas han de asegurarse de que los dispositivos que su plantilla utiliza en sus domicilios están protegidos con el mismo nivel de seguridad que los sistemas de la oficina. Para ello, se requiere una potente combinación de hardware, software y servicios que ayuden a detectar, proteger y recuperarse de los ataques.
Las impresoras, en el punto de mira
Los expertos coinciden en que cada vez es más difícil defenderse de estas agresiones, ya que muchos trabajadores acceden a estos datos críticos mediante conexiones poco seguras. Además, los entornos domésticos, repletos de dispositivos que son un objetivo para los criminales, adolecen de una importante falta de seguridad en su diseño. Esto incluye las impresoras, a menudo ignoradas: más de la mitad pueden piratearse a través de puertos abiertos de uso frecuente.
Una de las herramientas más eficaces para proteger a los usuarios de este tipo de amenazas es HP Wolf Security, soluciones de de seguridad que protegen ordenadores e impresoras desde su diseño. Esta defensa comienza en el nivel de hardware y se extiende a través del software y los servicios. Desarrollada por el fabricante HP, se basa en los principios de Zero Trust (confianza cero) y ofrece una protección integral que reduce la superficie de ataque: permite la recuperación remota de los ataques de firmware, mejora la recopilación de datos sobre amenazas y proporciona alertas muy fiables.
HP Wolf Security dispone de una solución para el hogar y para empresas. En el primer caso, incluye un conjunto de funciones de seguridad integradas para determinados PC de consumo, así como en el software y los servicios HP Wolf Essential Security, incorporados en determinadas impresoras domésticas. Su efectividad está garantizada, ya que evita ataques basados en el malware y el navegador sin la necesidad de gestión informática. También permite poner en cuarentena los archivos dañinos del PC sin la intervención del usuario y dispone de un motor anti-phishing capaz de escanear y advertir sobre sitios web que pueden estar registrando o capturando credenciales, datos de acceso y contraseñas.
La herramienta HP Wolf Security se basa en los principios de Zero Trust (confianza cero) y ofrece una protección integral que reduce la superficie de ataque: permite la recuperación remota de los ataques de firmware, mejora la recopilación de datos sobre amenazas y proporciona alertas muy fiables
Por su parte, las empresas que ya disponen de soluciones de seguridad incorporadas a sus equipos, pero necesitan ir un paso más allá, pueden recurrir a HP Wolf Enterprise Security. Incluye un conjunto de funciones de seguridad de hardware en cada ordenador, añadiendo software y servicios en función del tamaño de las organizaciones. Esta herramienta reduce la presión sobre el departamento de tecnología e información (TI) de las empresas gracias a su versatilidad: entre sus elementos destaca desde el firmware autorreparable, la detección de infracciones en memoria y la contención de amenazas a través de la virtualización, hasta la inteligencia basada en la nube.
Además, HP ha añadido Sure ClickEnterprise a HP Wolf Enterprise Security para proteger las aplicaciones críticas de las ciberamenazas y aislar cualquier malware que aceche al ordenador del usuario. Asimismo, el nuevo servicio Flexworker permite a los responsables de TI aumentar la productividad de los trabajadores al tiempo que ayuda a salvaguardar las redes y los datos corporativos. De esta manera, las personas que trabajan en remoto disponen de impresoras seguras y aprobadas por la empresa que pueden ser supervisadas y corregidas automáticamente si un dispositivo no cumple con las políticas corporativas.
En definitiva, propuestas de defensa cada vez más completas y fiables para protegerse contra ataques cada vez más feroces y sofisticados.
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