Apenas amanecía cuando los fanáticos más acérrimos de Nikola Jokic, desde su ciudad natal de Sombor, Serbia, coreaban “¡MVP! ¡MVP!” y celebraban el primer título de la NBA de los Denver Nuggets. Su equipo iba por detrás de los Miami Heat al descanso del quinto partido de las Finales NBA 2023, pero se recuperaron para ganar 94-89, con Jokic, dos veces MVP de la liga, anotando 28 puntos y 16 rebotes y recibiendo el trofeo al Jugador Más Valioso de las Finales de la NBA.
Cada tiro, rebote o tapón del pívot serbio generó fuertes aplausos y gritos en un deteriorado pabellón deportivo de la pequeña y, por lo demás, tranquila ciudad del norte de Serbia. En el pueblito cerca de las fronteras con Croacia y Hungría, los aficionados vieron el partido en una pantalla gigante.
Aficionados de Nikola Jokic contemplan el quinto partido de las Finales NBA 2023 desde un pabellón en Sombro, Serbia
La ovación más fuerte llegó cuando el típicamente humilde y serio Jokic comentó en una entrevista, justo después del partido: “Es hora de ir a casa”. Pronto, aquellos fanáticos que pasaron noches en vela viendo las Finales de la NBA lo verán en persona cuando regrese a casa para cuidar de sus caballos de carrera.
Para el pequeño estado balcánico de poco más de 6 millones de habitantes, junio ha sido un mes que pocos olvidarán. Un barrido serbio le dio a Jokic su primer anillo de la NBA, y al tenista Novak Djokovic su título número 23 de Grand Slam en individuales, estableciendo un récord, cuando ganó Roland Garros el pasado domingo.
“Es simplemente increíble”, comenta el padre de Jokic, Branislav, quien dirige un club de carreras de calesas local en las afueras de Sombor, en una entrevista con AP. “No creo que este gran logro pueda repetirse nunca más”. Los establos se llaman Dream Catcher (cazador de sueños), por el nombre del primer caballo de carreras que Jokic compró hace años, cuando desarrolló una gran pasión por los caballos y las carreras con ellos.
Branislav Jokic, padre de Nikola, conversa sobre su hijo desde su club de caballos de carreras en Sombor, Serbia
No muy lejos se encuentra una pista de baloncesto donde Jokic entrenó por primera vez, muy cerca de su escuela primaria, la cual tiene una gran pintura mural de él con el número 15 de los Nuggets y una inscripción que dice: “No tengas miedo de fracasar a lo grande”.
Branislav Jokic, vestido con una camiseta azul de los Denver Nuggets, asegura que nadie podría haber predicho el éxito de Nikola como jugador de baloncesto, desde un talento de pueblo pequeño, “que en un momento dado estaba un poco pasado de peso“, hasta pasar a la liga regional y luego firmar su primer contrato con los Nuggets. “Tenía algo especial dentro. Rara vez lo menciono hoy, pero simplemente sabía que sería un buen jugador de baloncesto”, explica. “Pero en cuanto a qué cotas alcanzaría, nadie podría haberlo sabido entonces“.
Un niño pasa por delante de un mural de Nikola Jokic en Sombro, Serbia
Branislav dice que aunque su hijo se entrenó duro para alcanzar el nivel más alto, su mente siempre estuvo centrada en el amor por los caballos. “Empezó a crecer, tanto en altura como en tamaño, y comenzó a darse cuenta de que podía ser jugador de baloncesto, pero tenía un gran deseo en aquellos días. Me decía: ‘Papá, quiero ser jinete’. Y solía decirle: ‘Hijo, primero conviértete en jugador de baloncesto, y luego serás un gran jinete’”, rememora.
Jokic se convirtió en el jugador seleccionado más bajo, en la posición 41 en la segunda ronda en 2014, en ganar el MVP de las Finales. También se convirtió en el tercer jugador seleccionado en la segunda ronda en ganar el premio. Jokic también se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA en liderar los playoffs en puntos anotados, rebotes y asistencias. Con 600 puntos, 269 rebotes y 190 asistencias en total, lideró en las tres categorías.
La pista donde empezó todo: aquí jugó a baloncesto por primera vez Nikola Jokic
Jokic y Djokovic, atletas únicos de una generación marcada por la guerra, crecieron a unas dos horas y media de distancia en un país no mucho más poblado que Colorado. Ambos han estado en la búsqueda de ganar títulos y alcanzar récords que han dejado su nombre, y el de su país, grabado en los libros de historia. “El deporte es algo especial en Serbia. Tenemos a Novak, que probablemente es el mejor de todos, Novak es el mejor de todos para nosotros. Y ahora tenemos un campeón de la NBA”, decía Jokic hijo nada más levantar el anillo. “Ahora mismo, ser serbio es un sentimiento único”.