Un reencuentro a medias para Silva

En pleno pistoletazo a su aventura en la Real Sociedad, a David
Silva le llega la emoción adherida a todos los reencuentros. La cuarta jornada del campeonato depara un clásico de Primera División como este Real-Valencia de Anoeta, que para la nueva estrella txuri urdin es un abrazo con el pasado, pero a medio gas. Apenas resisten las secuelas del Valencia de su época. Y las que quedan, a duras penas pueden con el inexorable desfile de los ciclos. La memoria en el fútbol es efímera en un lugar tan visceral como la orilla del Turia.

Nadie mejor que Silva para refrendar la teoría. En la plantilla del actual Valencia no hay nadie de cuando el grancanario saltó al estrellato, hace 10 años. Es curioso. El único superviviente de aquel Valencia de postín, parroquiano de la Champions, es el portero suplente de la Real: Miguel
Ángel
Moyá. No habrá ningún jugador más en Anoeta que defendiera hasta 2010 el escudo del murciélago. En Mestalla se ha hecho de noche.

David
Silva sentó cátedra como futbolista del Valencia desde 2006 hasta 2010, cuando fichó por el Manchester City. Una década íntegra en la Premier League le ha impedido cruzarse en el camino de sus ex. Al no haber coincidido en eliminatorias europeas, esta tarde será la primera vez en que el de Arguineguín juegue contra el Valencia. La cita, en consecuencia, será muy especial para Silva.

Un club vital para el crack

No será la única ocasión en que Silva tenga que enfrentarse a un antiguo equipo en esta Liga. Los partidos que la Real juegue contra Celta y Eibar también erizarán la piel del grancanario. Valencia, no en vano, se concibe como una estación vital para que el crack pudiera deleitar con su talento a lo largo de los años.

Silva dejó su Arguineguín natal en edad formativa para recalar en la cantera del Real Madrid. Recién sobrepasados los 10 años, en Concha Espina decidieron prescindir de sus servicios al considerar que su estatura era demasiado baja como para llegar a ser futbolista. Craso error. El Valencia rescató a Silva para su fútbol base. Desde donde fue brillando, previo paso por Eibar y Celta, hasta convertirse en uno de los mejores valencianistas de la historia.

Apunta a seguir como titular

Todos los recuerdos de la juventud se agolparán en la mente de Silva a estas horas, en capilla de recibir al Valencia en Anoeta. Como profesional que es, desde las siete de la tarde aparcará la melancolía para liderar a la Real. Todo apunta a que Imanol le seguirá cediendo la batuta de la mediapunta desde el primer minuto.


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