Un sueño que se aviva 764 días después

Martin
Merquelanz es la gran novedad de la convocatoria de Imanol
Alguacil para recibir al Getafe. El irundarra aparece en una lista del primer equipo txuri urdin después de recorrer un camino tortuoso, cargado de infortunios y crueldades, de trabajo en la sombra y de triunfos lejos de casa. Una espera que mañana, 764 días después de su desgraciada lesión en Ipurua, toca a su fin.

Han pasado más de dos años desde que Merquelanz se vistió la zamarra txuri urdin por última vez en un partido oficial. El irundarra ha conseguido enterrar el sabor amargo de aquel debut truncado en Ipurua. Se recuperó, olvido su lesión firmando una temporada espectacular en el Mirandés y, este verano, regresó a Zubieta con fuerza y una renovación bajo el brazo. Una hernia de disco retrasó algunas semanas ese momento que lleva tanto tiempo esperando, el de su reestreno. El sueño se aviva hoy.

Dura competencia

El extremo de 25 años lleva algo más de una semana ejercitándose con normalidad. Todavía falto de ritmo, se antoja algo precipitado que Imanol le introduzca en el ‘once’, pero no es en absoluto descartable que tuviese sus primeros minutos. La ausencia de Adnan
Januzaj abre un hueco en una de las bandas y, aunque la competencia es feroz, el irundarra aspira a ir ganándose su cota de protagonismo. La temporada es exigente, larga, y ofrece espacio para todos.

El rival de mañana en Anoeta no parece el más propicio para el lucimiento, para los estrenos rutilantes. El Getafe de José
Bordalás aterriza en Donostia con la vitola de líder, sin haber encajado un gol en tres partidos y con una bien ganada fama de equipo rocoso, incómodo. Damián
Suárez y Mathias
Olivera ocupan las bandas defensivas, dos laterales expeditivos, que no conceden alegrías y que tratarán de convertir la tarde en un suplicio para los extremos txuri urdin.

No es el menú más apetecible pero Merquelanz no mirará la carta. Sus ganas de saltar al césped con la camiseta de la Real son infinitas y hoy podría ser el día. Tras marcar 17 goles y repartir 14 asistencias con el Mirandés la pasada campaña, convirtiéndose en uno de los grandes nombres de la temporada en Segunda División, el irundarra quiere demostrar que su sitio está en Primera. En el club de su vida.

Ganada a pulso

Hace 764 días saltó al césped de Ipurua con el mismo objetivo con el que hoy se calzará las botas: consolidarse en el primer equipo de la Real. Cumplir su sueño. Aquella primera intentona se torció de forma dolorosa a los pocos segundos con una grave lesión de rodilla, la segunda en su breve carra. Hoy, con el punto de madurez que ofrece el superar situaciones difíciles y con la determinación que le otorga el haberse labrado un nombre la pasada campaña, Merquelanz podría afrontar una segunda oportunidad, ganada a pulso, que no está dispuesto a desaprovechar.

Su zurda de seda está llamada a ofrecer numerosas alegrías a la parroquia txuri urdin. Esta tarde, con el ‘17’ a la espalda, tratará de comenzar a reescribir su historia en la Real.


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