Una década de bronce en Urritxe


Quién le iba a decir al Amorebieta el 29 de mayo de 2011 que encadenaría diez temporadas consecutivas en Segunda B. Fue la fecha en la que selló su primer ascenso a la categoría de bronce. Lo hizo después de quedar primero del grupo vasco de Tercera y tras pasar por encima del Manacor en la eliminatoria de campeones, con Alfonso
Barasoain en el banquillo. Urritxe no conoce desde entonces otra categoría que no sea la Segunda
B. Y se encuentra a las puertas de la décima campaña seguida.



La modestia y el éxito no están reñidos. Solo hay que ajustar las miras de cada club y en la entidad zornotzarra siempre lo han tenido bastante claro. Por el feudo azul han desfilado durante esta década clásicos como Mirandés, Ponferradina, Eibar, Alavés, Leganés, Huesca, Real
Madrid
Castilla, Albacete, Oviedo o Racing. Muchos de ellos hasta hincaron la rodilla ante el Amorebieta.

Pocas figuras y muchos currantes ha tenido el conjunto vizcaíno sobre el verde: Mikel
Muniozguren, Ibai
González, Jon
Larreategi, Iñaki
Garmendia, Edu
Ubis, Igor
Etxebarrieta… Su banquillo ha sido ocupado por ilustres exleones como Aitor
Larrazabal o Joseba
Etxeberria. Y ahora Iñigo
Vélez
de
Mendizabal, renovado en mayo, lleva camino de convertirse en el técnico que más veces ha dirigido al Amorebieta en Segunda B.

Todo comenzó el 21 de agosto de 2011. La primera cita de bronce de los zornotzarras fue en Burgos. Roberto
Cuevas pasó a la historia del club al firmar el definitivo 0-1 en El Plantío. Solo era el comienzo, Los dirigidos por Axier
Intxaurraga acabaron cuartos y disputaron el playoff de ascenso a Segunda. Tuvieron contra las cuerdas a la Balompédica
Linense, sin embargo cayeron a las primeras de cambio. El Amorebieta rozó el éxito en la 12-13, aunque finalizó sexto.

Llegaron los problemas económicos en 2017

En los tres cursos siguientes se movió en la zona media, sin excesivos apuros para mantener la categoría. Algo que siempre ha sido el objetivo prioritario cada vez que arrancaba un proyecto. Llegaron los problemas económicos en 2017. Los azules se vieron con el agua al cuello también en el plano deportivo, pero reaccionaron ganando siete de los diez últimos envites y sellaron la salvación.

Iñigo
Vélez tomó las riendas en el verano de 2018 en su primera experiencia en Segunda B. Le costó arrancar, alcanzó el ecuador liguero en descenso, pero cogió vuelo hasta acabar la temporada en octava
posición. Y en este reciente ejercicio inconcluso, más de lo mismo. El Amorebieta llegó sexto
al
parón, en disposición de pelear por el playoff. Solo la pandemia pudo evitarlo.

Si los de Urritxe tienen una espina
clavada en este periplo exitoso es con la Copa. La han disputado en seis ediciones y en cinco perdieron en la primera ronda. Solo avanzaron en la 16-17, cuando alcanzaron la tercera eliminatoria. Se quedaron a una de cruzarse con uno de los grandes de Primera. ¿Se quitarán este regusto amargo la próxima temporada?


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