Una decena de terremotos sacuden Granada en plena noche

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El suelo ha vuelto a moverse en Granada. A las 21.36 de este martes se registraba en Santa Fe y Chauchina, próximo a la capital granadina, un movimiento de magnitud 4,3 y 4,1, respectivamente, según el cálculo provisional del Instituto Geográfico Nacional. Ha sido el primero de una serie de temblores que se han percibido con claridad en la ciudad y en gran parte de su área metropolitana, con una población total que ronda el medio millón de habitantes.

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Según el IGN, entre las 21.36 y las 22.18 se ha registrado una decena de seísmos por encima de la magnitud 2,9. Como consecuencia de la fuerza y la rápida sucesión de las sacudidas, muchas familias han ido abandonando sus casas y, a pesar del toque de queda, han buscado refugio paradójicamente a la intemperie.

“No hay daños pero tenemos el miedo metido en el cuerpo. Ese enjambre sísmico ha metido bastante pavor. No sabíamos cuándo iba a terminar y tenía una actividad más larga de lo normal. Desde diciembre llevamos más de 170 temblores. Nos dicen que más vale muchos terremotos de cuatro grados que no uno de ocho. Nos dicen que así se va debilitando la falla para evitar uno más grande”, ha explicado el alcalde de Granada, Luis Salvador, este miércoles en la cadena SER.

Lo sufrido esta noche es la continuación de un enjambre de terremotos que vive Granada y su área metropolitana desde hace más de una semana. La zona ha sufrido más de 100 seísmos en los últimos diez días, el más potente de ellos el pasado sábado, cuando se produjo uno de 4,4 con epicentro en Santa Fe, a pocos kilómetros de la capital, que provocó algunos desperfectos en viviendas y otras construcciones.

A las 23.30 del martes, la Junta de Andalucía declaró la provincia en fase de pre-emergencia, según el Plan de Emergencia ante el Riesgo Sísmico en Granada. Eso significa, según las explicaciones de la Junta, que aunque no se hayan ocasionado víctimas ni daños materiales relevantes, se pone en marcha un especial seguimiento y estudio de los fenómenos sísmicos y se procede a informar a la población y autoridades competentes en materia de Protección Civil.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió que se mantenga la serenidad. “Varios terremotos hacen temblar Granada de nuevo esta noche. Me hago cargo de la preocupación de miles de personas. Es momento de mantener la serenidad y seguir las indicaciones de los servicios de emergencias. Confiemos en que pronto recuperen la normalidad”, ha difundido en su cuenta de Twitter.

También el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, se refirió en Twitter a los incesantes terremotos en la provincia de Granada. “Esta noche se acaban de producir varias réplicas, alguna se ha sentido también en Málaga. Muy pendiente de su evolución. Como siempre, el servicio de Emergencias 112 de Andalucía está a disposición por si fuera necesario”. El 112 de Andalucía recibió más de 300 llamadas desde distintas localidades de Granada relacionadas con los temblores e incluso algunas desde las provincias de Jaén y Málaga.

Durante la noche del martes el alcalde de Granada llamó a la calma a través de un comunicado. El primer edil consideró que las familias granadinas están pasando “un castigo innecesario”, pero insistió en pedirles “máxima colaboración y tranquilidad”. También llamó a que la gente se quede en casa, y a que siga las informaciones que se vayan dando. Salvador aseguró que las distintas instituciones estaban coordinadas y “con los dispositivos [de emergencias] preparados”. “Solo quien ha padecido un terremoto en su casa sabe lo que se siente (…) Ahora hay que tener más tranquilidad que nunca”, pidió.

Desde ese seísmo del sábado se han registrado numerosos temblores, varios de ellos perceptibles, pero no tan intensos y seguidos como los de esta noche del martes. La secuencia de los últimos ha llamado la atención por su arranque, que se ha sentido con brutalidad, y su duración que, a falta de mediciones oficiales, se ha extendido durante varios segundos. Estos movimientos sísmicos se desencadenan cuando la actividad de una falla produce un efecto dominó y dispara la actividad de otras fallas próximas, según explicaba este martes el investigador de la Universidad de Granada Jesús Galindo-Zaldívar.

Desde el 1 de diciembre de 2020 hasta este lunes se ha registrado un total de 281 terremotos en este entorno, de los cuales ocho son de magnitud mayor o igual a 3,0 y 41 han sido sentidos por buena parte de la población. Los expertos atribuyen la reciente sismicidad en la Vega de Granada a la aproximación continua de 4 a 5 milímetros al año entre las placas eurasiática y africana. Concretamente, a la liberación brusca de la energía acumulada en las fallas debido a este movimiento entre placas.

En Santa Fe (15.200 habitantes) se han registrado varios de los últimos seísmos. Allí, Mar Salas, 35 años, propietaria de una empresa de productos naturales, ha decidido echarse a la calle en cuanto ha notado el segundo de ellos. “Vivimos en un segundo y en nuestra casa no se ha caído nada, pero en el almacén de nuestra empresa sí se ha venido abajo parte del techo de la oficina, encima de los ordenadores. Mañana tocará saber exactamente los daños”, dice al teléfono. Asegura que gran parte de los habitantes de su localidad están a la intemperie. “Hay ya más miedo a los terremotos que a la covid”, señala.

Luis Pablo Fernández Píñar, empleado de banca de 45 años, y su familia viven en el barrio del Serrallo de la capital granadina. Han salido a la calle para coger “rápidamente” el coche y se han marchado hacia una zona residencial de edificios bajos en los límites municipales de Granada y Huétor-Vega, para permanecer a la intemperie.

“Llevamos por lo menos cuatro terremotos. Alguno más largo que otro, de unos tres segundos”, asegura también por teléfono Ignacio Guerrero, aparejador de 47 años que vive en Jun, cerca de la zona donde más se hacen notar los temblores. Su hija menor, de ocho años, ha comenzado a gritar, pero la mayor, de 11, ha reído tras el susto inicial. Aseguran que la abuela de las niñas, que vive en una octava planta en un bloque del Camino de Ronda, una de las mayores avenidas de la capital, ha visto cómo las fuertes sacudidas tiraban al suelo varios objetos de las estanterías.

En el interior de las casas se han notado claramente las sacudidas. El piso de Silbia López de la Calle, periodista vasca de 43 años residente en Granada, está en un quinto. En su vivienda se han caído pequeños cuadros de las paredes. “Estos de esta noche han sido más fuertes de lo normal, parecidos al de hace dos días, pero más cortos”. Se ha echado a la calle, la Carretera de Málaga, donde grupos de unas diez personas se han congregado cerca de cada portal. Una de ellas, en pijama y con niñas pequeñas, asegura que está pensando en dormir en el coche. Otros vecinos del barrio, La Chana, poblaban los balcones en busca de una explicación.




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