Una final por Europa

El camino a Europa de la Real Sociedad
El camino a Europa de la Real Sociedad

El término ‘final’ en el fútbol está un tanto deteriorado por el uso y se emplea incluso en encuentros que nada tienen de definitivos. Pero la Real sí afronta una mañana en Anoeta ante el Sevilla. Es una final porque puede tratarse de un partido decisivo. Sólo hay opciones de que lo sea si los de Imanol, por primera vez desde que se desató la pandemia, encadenan dos triunfos seguidos.



Las combinaciones son múltiples y diversas, pero hay dos premisas claras: si la Real le gana en casa al Sevilla y el Athletic no hace lo propio en Bilbao ante el Leganés, los donostiarras se aseguran una plaza entre el quinto y el séptimo clasificado, porque ya no le podrán cazar ni los vizcaínos, ni el Valencia, ni el Granada. Además, la participación europea de los guipuzcoanos será asimismo un hecho en el supuesto más improbable de que empaten, el Athletic pierda y el Valencia y el Granada no ganen.

Para ser séptima, la Real va de mano y tiene una jugosa ventaja de tres y cuatro puntos, pero, a la luz del calendario de todos, necesita mínimo un triunfo ante Sevilla o Atlético para lograr su objetivo. El Leganés, rival del Athletic, se juega la vida, pero llega machacado por las bajas y sin defensa y el Valencia recibe en Mestalla a un Espanyol descendido que hizo el ridículo contra el Eibar. Lo normal es que venzan. En la última jornada, los ché visitan al Sevilla y los de Garitano, al Granada, que quizá esté de vacaciones.

Una de las claves estriba en la motivación con la que venga a Donostia el Sevilla tras haber conseguido esta semana el objetivo por el que lleva luchando un año entero: la Champions. Su presidente, José Castro, dijo ayer que quieren ser terceros (están empatados a 63 puntos con el Atlético con goalaverage igualado y peor balance de goles) y la diferencia entre ser tercero o cuarto es de cerca de dos millones de euros. Pero sus mejores jugadores están también muy fatigados y tienen por delante una decisiva eliminatoria de Europa League contra la Roma dentro de tres semanas.



Los hispalenses son uno de los equipos más temibles: llevan cuatro victorias seguidas y 13 encuentros de Liga sin perder. Pero la Real viene de ganar a otro adversario lanzado como el Villarreal.

Los de Imanol, tras el triunfo gratificante ante los castellonenses, no renuncian a ser quintos o sextos y evitar la triple eliminatoria previa a un partido (17 y 24 de septiembre y 1 de octubre) que supone quedar séptima. No obstante, tienen el goalaverage perdido con el Getafe, que es sexto con los mismos 54 puntos, e igualado con el quinto, el Villarreal, que tiene tres puntos y un balance de goles mejor, pero sólo por tres tantos (+11 y +8). Los azulones reciben al Atlético y terminan contra un Levante muy desmotivado. Los amarillos visitan al Madrid y reciben a un Eibar ya salvado.

Hay infinidad de posibles triples empates. La mayoría son desfavorables a la Real con los rivales que tiene por delante y favorables con los que tiene por detrás.

La Real ha tenido que ir modificando los objetivos según han ido transcurriendo las fechas y el prioritario en este momento es quedar entre el quinto y el séptimo, a poder ser evitando este último. El pasado 28 de mayo, Roberto Olabe, aseguró en rueda de prensa telemática que “queremos ser terceros” cuando la Real, durante el confinamiento, estaba en la cuarta plaza.

No obstante, la posibilidad de acudir a la Champions es matemáticamente imposible desde hace un par de partidos. Con seis puntos por disputarse y 54 en el zurrón, ya se puede asegurar que este año la Real va a quedar entre el quinto y el décimo clasificado, por lo tanto en la mitad alta de la clasificación.

La Real tiene una desventaja de tres puntos con respecto al quinto y una ventaja de seis con el undécimo, que es Osasuna. Tiene ganado el goalaverage particular con los navarros y todos los triples empates con ellos son favorables, por lo que no caerá a la mitad baja de la tabla.



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