Una foto para la historia

Unay
Emery (Hondarribia, 1971) continuó haciendo historia ayer en el estadio del Arsenal, en el que no llegó a triunfar como entrenador, al clasificar al Villarreal para la primera final de la historia del club de Castellón. Para el técnico hondarribiarra fue lo más similar a cumplir un trámite ya que para él será la quinta final en esta competición de su laureada trayectoria. Ningún técnico ha disputado más finales de la Europa League en la que ha sido campeón en tres ocasiones. Si gana al Manchester
United será el entrenador con más títulos de Europa
League de la historia superando a Giovanni
Trapattoni (3) que también es el segundo con más finales dirigidas (3).

Pero por encima de la indudable gesta de Emery, el partido entre el Arsenal y el Villarreal jugado en el Emirates dejó otra fotografía para la historia. La de dos entrenadores guipuzcoanos en los banquillos peleando codo con codo por clasificarse a la final de la Europa Legue. Dos exjugadores de la Real que, con diferentes trayectorias en los banquillos, están ahora al frente de dos clubs importantes del concierto internacional. Para más INRI, Imanol
Idiakez (Donostia, 1971), también canterano txuri urdin, es el segundo de Emery que ayer superó a un Mikel
Arteta (Donostia, 1982) que, tras dar sus primeros pasos en los banquillos como ayudante de Guardiola, está a punto de culminar su primera campaña completa al frente del Arsenal en el que se retiró como jugador en 2016 y del que se hizo cargo mediada la pasada campaña. No clasificarse para la final de la Europa
League es un duro golpe para el donostiarra ya que los ‘gunners’, novenos en Liga a falta de cuatro partidos, no jugarán competición europea la próxima temporada salvo milagro.

Once años más veterano que Arteta, la trayectoria de Emery en los banquillos (Lorca, Almería, Valencia, Spartak de Moscú, Sevilla, PSG, Arsenal y Villarreal) es muchísimo más extensa que la de su rival de anoche, que da sus primeros pasos como entrenador. Algo más en común tienen en su pasado como jugadores de la Real, donde no llegaron a triunfar. Emery, que llegó a disputar 95 partidos con el Sanse entre 1990 y 1996, debutó de la mano de Salva Iriarte con el primer equipo, con el que sin embargo sólo jugó seis partidos, marcando un gol, antes de iniciar una exitosa carrera en Segunda y Segunda B en el Toledo, el Racing de Ferrol, el Leganés y el Lorca.

El currículum de Arteta como futbolista es mucho más lustroso. Apostó siendo un niño por irse a La
Masía para tratar de triunfar en el Barcelona, y su extensa carrera se desarrolló en clubs prestigiosos como el Paris Saint Germain, Glasgow
Rangers, Everton o Arsenal. Al igual que a Emery, seguramente, le quedó la espina de no triunfar en la Real. El club txuri urdin lo firmó a bombo y platillo en 2004 para compensar la marcha de Xabi Alonso pero Arteta no se adaptó bien, acabó sin jugar y, tras disputar únicamente 17 partidos, en el mercado invernal de la 04/05 fue cedido al Everton que lo compró en verano de 2005.

Si Emery y Arteta recordaron algún viejo pasaje en la Real sobre el césped de Emirates, sólo ellos lo saben. Lo único seguro es que el hondarribiarra impuso su mayor experiencia y magisterio sobre el donostiarra, que no lo tendrá sencillo para emular la exitosa carrera de su verdugo.


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