Una locura de Trae Young le complica la vida a los Celtics

Una locura de Trae Young le complica la vida a los Celtics

Trae Young está loco como lo está la NBA estos días en los que la locura se ha propuesto someter a la lógica entre lo de los Heat con los Bucks y ahora lo de los Hawks con los Boston Celtics para poner el 3-2 con el sorprendente 117-119 de la pasada madrugada, tramándose parece en el Este una revolución de los dos ‘pobrecitos’ del ‘play-in’ que no tenían ni una posibilidad contra los dos mejores equipos de la Conferencia y de la liga de la temporada regular.

Y tan extraordinariamente sembrado y desataba andaba Young, loco para lo malo pero anoche para lo bueno, que instigó a cometer una locura al en teoría más cuerdo de estos impredecibles Hawks y de cualquier equipo, el entrenador.

Con sólo 7,3 segundos de crono, 117-116 para los Celtics y 3-1 para los verdes en la serie, Quin Snyder dibujó una última jugada que acercaba a su equipo más a la muerte que a la supervivencia: balón hacia la pista de los Hawks para Young, emparejándose Jaylen Brown con él. Era o pegarse un fugaz slalom hacia el aro a lo Messi -al que tanto admira-, con dos jugadores de los Celtics preparados para saltar a la ayuda, o lanzarla de lejos como el que intenta saltar una hoguera.

Se ‘flipó’ con lo segundo desde el logo y para dentro sin anotar Boston en los 2 segundos restantes. Bingo, victoria y 38 puntos y 13 asistencias para enmarcar su obra, alargar la vida de los Hawks en el alambre y complicársela a Boston. Malabarista y también funambulista, 16 tantos en el último cuarto para que su locura se impusiera al control de unos Celtics que lo tenían todo en orden con el 111-99 a falta de 5:24 para el final. Empató a falta de 2:42 con un triple en estático con Al Horford encima, algo así como romper la piñata con la venda en los ojos.

Pero la intuición de Young fue infalible anoche, mostrando salida a unos Hawks acorralados con el 3-1, en el TD Garden ante unos Celtics con toda su artillería disponible sin Dejounte Murray, sancionado por su grosería de empujar al árbitro en el anterior encuentro.

“Teníamos que ganar, queremos forzar el séptimo partido en Atlanta y ganarlo. Hay que dar crédito a todo el equipo, tenemos que seguir con este esfuerzo”, decía, haciéndolo parecer todo tan simple, Young, pensando en que todavía no ha terminado su obra, aumentando proporcionalmente el nivel en cada entrega, 32 tantos en el tercer partido, 35 en el cuarto y 38 en el quinto. Para silenciar las dudas de su valía en los playoffs, cuestionada por los Heat el año pasado, su fama de quemar entrenadores, 3 diferentes en los 5 años que lleva en Atlanta. Los 35 tantos de Jaylen Brown, desencadenado pese a volver a ponerse la máscara, fueron papel mojado. 

“¡Ahora tenemos que ser más disciplinados que nunca y hacer las jugadas correctas, vamos!”, le espetaba el entrenador de Boston, Joe Mazzulla, a sus pupilos en un tiempo muerto del último cuarto, oliéndose quizá lo que estaba por venir pese a la cómoda renta de los de Massachusetts y la evidente sensación de que los Hawks iban del todo al límite, amparados en la inspiración de su estrella e incapaces de contener la variada ofensiva de los Celtics.

Pero, por su permisiva defensa a Young, Boston, con esa traicionera sensación de ir sobrado pues es muy superior como colectivo a Atlanta, flirteó con la fábula de la liebre y la tortuga para acabar perdiendo la carrera al final en un portentoso sprint del base. Con la abundancia de alternativas que tiene en ataque, los Celtics tienen la capacidad de retar a una estrella y proponerle que gane ella sola el partido a cambio de desactivar al resto de sus compañeros y esperando a que su acierto no sea eterno.

El problema es que el bajón de Young no llegó y, además, puso en órbita a sus compañeros con sus 13 asistencias. Manteniendo el mismo tipo de defensa la mayor parte del partido, los Celtics le permitieron operar con su cobertura en ‘drop’ del ‘pick and roll’ tanto con Al Horford y Robert Williams III sólo cambiando en los bloqueos al final cuando el All-Star ya había conseguido lo que quería, hacer llegar a los Hawks con opciones en los últimos minutos.

Y, ante ese tipo de cobertura, Young fue más listo que el hambre, empachándose de tiros flotantes y frecuentando poco la pintura o las cercanías del aro, consciente de que tenía todas las de perder con los interiores de Boston al contacto, superiores también los Celtics en el rebote. El equipo de Mazzulla respondió enviando un tercer hombre a la ayuda para disuadir de lanzar al base, que entonces encontró a un compañero abierto para el triple o para penetrar y tirar de media distancia.

Y los tiros fueron entrando uno tras otro, con un 46% para los Hawks (19/41), 22 puntos para John Collins con un 4/9 desde el perímetro, 18 para Bogdan Bogdanovic (3/6 en triples), 13 para un De’Andre Hunter que además mantuvo a raya a Tatum -19 tantos y un 8/21 para el astro de Boston-, y 12 desde el banquillo para Saddiq Bey.

A los Hawks también les funcionaron los 2×1 que lanzaron en defensa en los últimos minutos, con Tatum perdiendo un balón clave. El líder representó mejor que nadie el vanidoso derroche de Boston de sus ventajas, derrochando tiro tras tiro en el perímetro con un 1/10 en triples. Ni cuatro compañeros más en dobles dígitos aparte de Tatum pudieron cubrir eso ni todo lo que disparó Young, con 18 puntos para Derrick White, 14 para Malcolm Brogdon y 10 para Marcus Smart y Robert Williams III.

En parte por esa autocomplacencia de Boston -aunque los caramelos hay que saber aprovecharlos-, los Hawks se ponen de repente a soñar, a tomarse esta segunda oportunidad para ganarse una tercera y una cuarta, visualizando de reojo unas Semifinales de Conferencia ante los Philadelphia 76ers de un mermado Joel Embiid con el complejo para estos Sixers bajo escrutinio reciente del infausto precedente de 2021 ante Atlanta con lo de Ben Simmons como marcado y más traumático recuerdo.

Como referencia, los Heat pese a que ellos lo tengan a punto con el 3-1 sobre los Bucks. Pero el tema es que los dos peores equipos del Este en estos playoffs parecen haberse alineado para hacer de la NBA un mundo al revés. Los últimos quieren ser los primeros.

BOSTON CELTICS

117119

https://www.mundodeportivo.com/resultados/baloncesto/nba/equipo/atlanta-hawks

ATLANTA HAWKS

Boston Celtics: Brown (35), Tatum (19), Al Horford (3), White (18), Smart (10). 
​Banquillo: Williams III (10), Brogdon (14), Hauser (8), Griffin. 

Atlanta Hawks: Hunter (13), Collins (22), Capela (4), Young (38), Bogdanovic (18). 
Banquillo: Okongwu (9), Bey (12), Johnson (3), Holiday. 

Parciales: 27-30/39-28/26-24/25-37

Árbitros: Courtney Kirkland, Josh Tiven, Tre Maddox 

Incidencias: quinto partido de primera ronda de playoffs disputado en el TD Garden de Boston ante 19.156 espectadores. La serie va ahora 3-2 para los Celtics. 

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