Una nueva muerte en Fort Hood aumenta las sospechas de maltrato en la base militar tejana

Una nueva muerte en Fort Hood aumenta las sospechas de maltrato en la base militar tejana


La soldado Ana Fernanda Basaldua, de 21 años, en una fotografía divulgada por su familia.Familia Basaldua (EFE)

La muerte de la soldado Ana Basaldua Ruiz alarga la sombra sobre la polémica base Fort Hood, en Texas. El Ejército de Estados Unidos ha confirmado este jueves que investiga el fallecimiento de la militar de 21 años, ocurrido el lunes. El nombre de Basaldua, mexicana por nacimiento y naturalizada estadounidense, se suma a una larga lista negra de suicidios y homicidios registrados en los últimos años en el destacamento ubicado al suroeste de Dallas. El más conocido entre estos el de Vanessa Guillén, quien fue acosada durante meses sin que nadie tomara medidas.

“Hija mía, siempre y en cada momento con tu sonrisa… No puedo creer. Te extraño con todo mi corazón”, ha publicado en las redes sociales Baldo Basaldua, el padre de la soldado, quien llevaba 15 meses de servicio como ingeniera de combate. Basaldua, quien es originario de Michoacán (México) y vive en California, habló con Ana Fernanda el sábado. El domingo ya no respondió a sus mensajes. El lunes, representantes militares lo visitaron en el restaurante donde trabaja para comunicarle su muerte. Las autoridades castrenses piensan que se trata de un suicidio, según ha dicho este jueves Telemundo.

El padre de Basaldua ha declarado a la prensa latina en Estados Unidos que su hija no estaba contenta y que su vida “estaba mal”. “Se quería morir”, dijo Baldo a Telemundo. La madre de la soldada, Alejandra Ruiz Zarco, quien está en el municipio de Tacámbaro (México), dijo al mismo medio que uno de los superiores de su hija la había acosado y que recibía invitaciones sexuales de otras personas dentro de Fort Hood, ubicado a 240 kilómetros de Dallas. Este jueves, sin embargo, Ruiz Zarco, no quiso profundizar en los señalamientos que hizo desde Michoacán ante los medios locales.

Ana Fernanda Basaldua, en una imagen de su página de Facebook.Ana Fernanda Basaldua (Facebook)

Los encargados de la base han descartado, a través de un comunicado, que existan indicios de que se trate de otro homicidio, como el de Guillén, quien desapareció durante dos meses y fue encontrada descuartizada dos meses después cerca de Fort Hood. Aquel caso provocó el relevo o castigo de 21 altos cargos del ejército.

“El Departamento de Investigación Criminal de la Armada (CID) continuará la investigación y reunirá toda la evidencia y los hechos para asegurarse de qué es lo que sucedió exactamente. La información relacionada con un supuesto acoso se atenderá y será investigada a profundidad”, informaron los encargados de Fort Hood en un comunicado publicado este miércoles. El cuerpo de Basaldua fue hallado en una bahía de mantenimiento dentro de las instalaciones militares.

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Los padres de Basaldua, quienes están separados, se han quejado en diferentes entrevistas de la falta información por parte de las autoridades militares. El silencio subraya la negra historia de Fort Hood. El homicidio de Vanessa Guillén, quien fue ultimada por un compañero que después se suicidó, destapó una cloaca dentro de la base, que tiene una tasa de delitos sexuales 75% mayor al promedio en otras instalaciones del Ejército. Allí se registraba el año pasado la segunda incidencia más alta de suicidios.

Un panel independiente concluyó que en la base se vivía un ambiente “permisivo con el acoso y la agresión sexual”. El informe se basó en el testimonio de 507 mujeres. Fueron hallados 93 testimonios de supuestos delitos sexuales, pero solo habían sido denunciados 59. En materia de acoso, fueron 135 casos creíbles. Solo 72 reportes fueron llevados a las autoridades. En el último lustro, el CID ha abierto pesquisas por 50 suicidios y once asesinatos en la base militar.

Basaldua vivía en Long Beach, al sur de Los Ángeles. Se había inscrito al Ejército en 2020, año en el que migró desde Michoacán a California. La pandemia la obligó a retrasar su entrenamiento militar, que comenzó finalmente en julio de 2021. A finales de ese año, se le asignó al Batallón 91 de ingenieros, dentro de la División de Caballería. “Como sucede en cualquier fatalidad, el ejército y la cadena de mando están activamente investigando las circunstancias que rodean su muerte”, añaden los responsables de Fort Hood. Por el momento, la muerte de la soldada Basaldua oscurece aún más la reputación de la base.

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