Una Real irreconocible roza la remontada

“Hay fatiga”, reconoció Imanol en la previa del partido. “Hay jugadores justitos a los que cuesta más recuperar de los esfuerzos”, dijo el técnico que añadió que no decidiría la alineación “hasta el último momento”. Y analizados todos los parámetros, y teniendo otro encuentro el domingo, el entrenador de la Real decidió alinear en el ‘once’ inicial a Zaldua, Sagnan, Guridi y Barrenetxea, habituales suplentes a los que daba galones en el Metropolitano.

La puesta en escena del equipo txuri urdin dejó bastante que desear. La cara de Imanol era un poema, sobre todo con los movimientos de su defensa y con la salida del balón. Sagnan cometió varios errores saliendo de posición y la espalda de Monreal, mermado físicamente, fue un filón. Tampoco Zubimendi, Guridi y Barrenetxea estuvieron excesivamente finos, perdiendo demasiados balones. El resultado, excesivas facilidades para un Atlético de Madrid que vive precisamente de explotar los errores ajenos.

En el primer tanto, Isak midió mal su salto de cabeza y Carrasco, a su espalda, aprovechó para hacer el 1-0 libre de marca.

En el segundo, ni Oyarzabal ni Guridi encimaron a Suárez en la recepción de un balón llovido y el uruguayo, tras ganar en el cuerpeo al eibartarra, habilitó a Correa, que entró a la espalda de Sagnan y Monreal para batir a Remiro con un disparo cruzado.

Era de esperar que Imanol moviera el banquillo, aunque no lo hizo al descanso -sólo salió Bautista por un Isak con molestias-. Esperó a la hora de partido, sustituyendo primero a Sagnan y Monreal por Pacheco y Roberto
López. Y poco después cambiando a Elustondo y Oyarzabal por Zubeldia y Merquelanz, permaneciendo únicamente Zaldua de los hombres que formaron la defensa inicial. Y por cambiar, cambió hasta de sistema, pasando a jugar con tres centrales y dos carrileros.

Defensa inaudita

Esos últimos 25 minutos permitieron ver a una Real absolutamente irreconocible, con una defensa con cinco elementos de los que tres de ellos –Barrenetxea, Zubeldia y Merquelanz– no son defensas por naturaleza; otro –Zaldua– jugando como central cuando es lateral y el quinto –Pacheco– disputando su segundo encuentro con el primer equipo y el segundo en el último mes tras estar confinado en su domicilio por ser contacto estrecho con un positivo por Covid.

Pero curiosamente, con esa extraña alineación formada por nueve canteranos más Portu y Remiro, la Real cuajó sus mejores minutos, logrando recortar distancias por medio de Zubeldia y poniendo contra las cuerdas a un Atlético que terminó pidiendo la hora.


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