‘Una segunda oportunidad’: joven de Long Beach recibe trasplante de hígado y corazón

‘Una segunda oportunidad’: joven de Long Beach recibe trasplante de hígado y corazón

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Andrew Solís nació con una condición médica, denominada síndrome de hipoplasia del ventrículo izquierdo que no permitió el desarrollo completo de su corazón. 

Enfrentó su primera cirugía cuando apenas tenía un día de nacido pero los médicos advirtieron a sus padres que necesitaría múltiples cirugías durante su vida. Incluso le daban un 50% de probabilidades de sobrevivir.

Aunque el joven logró superar los pronósticos de los médicos, el corazón del joven comenzó a fallar en la adolescencia.  

Pasó seis meses hospitalizado y solo hasta ahora podrá reunirse con su familia.

Los galenos que lo atendían en el Centro Médico Cedars Sinai descubrieron, en septiembre del año pasado, que su corazón estaba demasiado débil y que debían que someterlo a un procedimiento quirúrgico para salvarle la vida.

“Lo que a mi me daba era tanto dolor verlo pasar por todo lo que él paso”, cuenta su madre, Wendy Bonilla.

En ese momento, el joven de 21 años no solo necesitaba un corazón sino también estaba en la lista para un trasplante de hígado. 

El procedimiento para recibir ambos órganos duró 20 horas. Tras la cirugía, pasó ocho meses en el hospital.  

Fue dado de alta hace varias semanas con un corazón y un hígado nuevos.  

“¡Eres, literalmente, el joven más valiente y fuerte que conozco!”, dijo la Dra. Rose Tompkins, del Centro Medico Cedars Sinai.

Andrew Solís se siente agradecido con las familias de los donantes, los médicos, su familia y sobre todo, a Dios. Ahora podrá festejar muchos días feriados.

“Siento que esta es una segunda oportunidad”, dice el joven. 

Las enfermedades del corazón son silenciosas, los síntomas suelen ser diferentes para todos incluso, entre hombres y mujeres. Por eso, es importante checarnos con frecuencia y trabajar en la prevención de las mismas.

El Dr. Zahn señala que, para ellos, es un milagro. No esperaban que el joven cumpliera los 22 años.  

“Esperamos que tenga una vida muy larga y productiva”, destaca el Dr. Zahn. 

Solís ya se encuentra en casa, recibiendo la atención y cuidados de sus padres. Su madre señala que aún le falta un 40% de recuperación para verlo como antes. Pero el joven ha emprendido ese camino con el mismo optimismo que ha tenido toda su vida. 

 “Nunca decía cosas negativas, nada. Siempre [se muestra] positivo y me siento tan orgullosa de él”, dice su madre.


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