WASHINGTON DC – La única persona que sobrevivió al impacto de rayo en Washington, D.C. a principios de agosto está compartiendo su historia.
Hace dos semanas, los médicos no estaban seguros si Amber Escudero-Kontostathis saldría con vida, pero ahora dicen que está avanzando significativamente en su recuperación.
“No estoy segura por qué soy la que sobrevivió, pero definitivamente estoy agradecida y no voy a gastar mi segunda oportunidad de vivir”, garantizó.
La noche del 4 de agosto, Escudero-Kontostathis estaba parada cerca de la Casa Blanca recaudando fondos para refugiados cuando surgió una tormenta en el área.
Ella y otras tres personas se refugiaron bajo un árbol en Lafayette Square.
Recuerda: Si surge una tormenta, busca refugio en el edificio más cercano. No te escondas bajo un árbol o cualquier objeto en el exterior.
Momentos después, el relámpago impactó al árbol, hiriendo a Escudero-Kontostathis y las otras víctimas.
James y Donna Mueller estaban visitando D.C. desde Wisconsin para celebrar el aniversario de su boda. Brooks Lambertson, de California, estaba visitando la capital del país por trabajo. Los tres fallecieron por sus graves heridas.
“Me parte el corazón. Pienso en eso todo los días. Pienso en las familias que no tienen a sus seres queridos ahí. Es difícil. Voy a estar luchando con eso por mucho tiempo”, reconoció Escudero-Kontostathis.
Ella afirma que las personas que presenciaron el impacto, probablemente le salvaron la vida. Los agentes del Servicio Secreto y enfermeras que de casualidad estaban en el lugar de vacaciones corrieron para practicarle reanimación cardiopulmonar.
Es lo que la mantuvo con vida el tiempo suficiente para llegar al MedStar Washington Hospital Center, el único centro de quemados en el área de D.C.
“Ella pasó por algo que es tan raro y muchas veces no se sobrevive, así que no hay instrucciones sobre qué esperar después de que te impacta un rayo”, explicó la doctora Taryn Travis, una cirujana de quemaduras en institución hospitalaria antes mencionada.
Las quemaduras de Escudero-Kontostathis están comenzando a sanar, pero ella dice que sigue en dolor constante.
“Son como 10,000 granos de arena pasando por un solo poro, y está pasando por mi cuerpo entero de aquí para bajo. Eso es lo peor por la noche”, detalló.
Durante el dolor, Escudero-Kontostathis se ha aferrado a una meta.
Asegura que quiere regresar a su trabajo con el Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés).
“Quiero estar allá defendiendo a las personas que no son tan afortunadas como yo que estoy recibiendo tanta atención, tratamiento y ayuda”, resaltó.
La sobreviviente agregó que planea hacer la maestría en relaciones internacionales en Johns Hopkins University.
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