Tras muchas jornadas persiguiendo el liderato, el Real Madrid tiene esta noche una oportunidad de oro en Pucela. Como siempre, la teoría de los vasos comunicantes cobra sentido, y el delicado momento que vive el Barcelona contrasta con la tranquilidad que reina en la casa blanca. Con el primer título logrado hace dos semanas, las cosas se ven de otra manera. La temporada pasada fue muy dura y el inicio de curso no fue esperanzador, pero Zidane ha vuelto a levantar a un equipo que parecía muerto. Lo ha hecho agitando todas las líneas del equipo con gente joven como Mendy, Valverde o Rodrygo, a la par que devolviendo las esperanzas a otros como Isco o Marcelo. Hoy toca visitar Pucela. El conjunto dirigido por Sergio González es correoso y no se deja vencer fácilmente, aunque ahora acumula ocho partidos sin ganar. No parece, pues, el mejor momento para recibir a los blancos, que no caen derrotados desde el 19 de octubre en Mallorca. Además, los vallisoletanos, son uno de los conjuntos menos goleadores de la categoría, con 17 tantos a favor. Pero si ya supiéramos el resultado no haría falta jugar…
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