Valverde y Odegaard, actores secundarios

Hace ya varias semanas que Zidane giró el volante de su estrategia apostando por un once fijo aparcando las rotaciones. Concretamente fue en la derrota ante el Alavés (1-2) del pasado 28 de noviembre cuando tomo esa decisión.

Jugadores como Marcelo, Isco o Vinicius, no volverían a aparecer más por la pizarra, al menos, durante un tiempo. Y cumplió. Sin embargo, en según qué casos, su decisión sorprende. Se trata de los perfiles de jugadores como Valverde u Odegaard, jugadores perfectamente válidos para dar respiro a los titulares y ofrecer a la vez un buen nivel pero que no están entrando en los planes del entrenador.

Ambos acumulan varias semanas estando disponibles para Zidane pero el galo sigue sin darles cabida en su once. El uruguayo, eso sí, mantiene su escalafón de cuarto centrocampista. En Pamplona fue el primer cambio y es, de los dos mencionados, quien más protagonismo tiene. Pero Odegaard, por su parte, está relegado a ser el último centrocampista del equipo. Incluso Isco, con un pie fuera del equipo, es elegido por delante del noruego. Algo que, después de ser petición expresa de Zidane, sorprende el doble.

Nivel óptimo de la sala de máquinas

A favor de Zidane, eso sí, y de los titulares, cabe destacar que estos están ofreciendo un nivel sobresaliente en cada partido y que, por ello, es muy complicado sacarles del once. Tanto Modric como Kroos están disfrutando de una segunda juventud y son quienes les dan alas al equipo en ataque y quienes también responden en defensa.

Así pues, queda por ver si la acumulación de partidos y, por ende, de minutos, les abre las puertas del protagonismo a Odegaard y Valverde que, pese a todo, están llamados a ser el futuro del centro del campo madridista.


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