“Vamos, pítalo, pítalo”, se oyó desde la ‘grada’ blanca en el posible penalti

El Clásico que jugaron ayer Real Madrid y Barcelona fue raro porque un partido así, sin público en las gradas es menos partido. Pero eso no significa que todo estuviese en silencio. Aunque lo cierto es que tras la música de antes del partido, a un volumen quizás demasiado exagerado, todo se quedó en silencio y ahí es donde uno se da cuenta de que a este Clásico le faltaba algo: la afición. Era como si el minuto de silencio antes de que comenzara a rodar el balón hubiese comenzado antes de tiempo.

Esos momentos fueron los únicos instantes en que no se escuchó nada en el Di Stéfano, un estadio en el que tienes a los jugadores de ambos equipos cerca y escucha todo lo que dicen. Los suplentes, los que acompañan a los equipos y también a los que están jugando y todos ellos, una buena cantidad de gente, tuvieron algo en común: sus quejas. Sorprende un poco que todos se quejan de todo lo que pita el colegiado y de lo que no pita. Vamos, no hubo afición, pero sí mucho ruido.

No sólo hay quejas, también ánimos a sus respectivos equipos y en el césped, Ter Stegen fue al que más se escuchó rectificando posiciones a sus defensas y pidiéndole al equipo “altura” que no era otra cosa que presionaran la salida de balón del Real Madrid, que estuviesen cerca de la meta de Courtois. El belga, por otro lado, también tuvo protagonismo dando órdenes a sus compañeros.

La jugada polémica

Los goles se celebraron por todo lo alto, pero el momento álgido fue en la jugada entre Mendy y Braithwaite. Ahí sí que se escuchó de todo. Por parte azulgrana reclamando el penalti con frases como “ya estamos como siempre, otra vez la misma historia” y “vaya robo, como siempre”, todo eso acompañado de aspavientos, de gestos, de bronca. Unas quejas que fueron en aumento cuando vieron que el colegiado daba cuatro minutos de prolongación.

Aunque para bronca, la que salió de la parte del Real Madrid con Sergio Ramos como gran protagonista. Al capitán blanco se le escucha más que a Zidane y no paró de dar ánimos a sus compañeros, de unirse a las quejas y de gritarles “ya está, ya se ha acabado” antes de que Ilaix estrellara el balón en el larguero en la última jugada del partido. Si en el lazo azulgrana se escuchó de todo al reclamar el penalti, en el lado blanco pasó lo mismo. “Venga hombre, pítalo, pítalo”, se escuchó en plan irónico acompañado de “no es penalti, cómo va a ser penalti”.

Al final, alegría en el lado blanco y rabia en el azulgrana que seguía lamentando la acción de Ilaix y el posible penalti de Mendy. El silencio volvió al Di Stéfano que vivió un Clásico sin el ruido de la afición, pero con el de los dos equipos que fue mucho.

Koeman se las tuvo con Carvajal y Ramos

Las continuas quejas de los jugadores de la grada del Real Madrid acabaron en una ‘guerra’ entre Koeman y Carvajal y Ramos. Los dos jugadores, lesionados, no pararon de gritar en la recta final del partido y Koeman les dijo que se callaran, especialmente a Carvajal. “¡Cállate, hostia!”, le dijo el entrenador azulgrana.

Aquí puedes ver el resumen del partido


Source link