VanVleet resuelve para los Raptors el duro desafío de Garuba y sus Rockets

VanVleet resuelve para los Raptors el duro desafío de Garuba y sus Rockets

Los Houston Rockets, al mismo tiempo que Usman Garuba, exhibieron en Toronto lo que pueden ser y de hecho ya empiezan a ser, dejando un marcado rastro de talento a raudales y ardiente ambición pese a que los Raptors, más hechos y sin faltar al hábito de ganar en casa, lo eclipsaron en un excitante y extenuante enfrentamiento (116-109) bajo el liderazgo de un fabuloso Fred VanVleet (32 puntos). Al interior español, alineadas su juventud, su creciente calidad y su deseo con el de su equipo, le dio otra vez tiempo de hacer de todo con poco, 4 tantos (2/5 en tiros de campo), 8 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones en apenas 14 minutos. El más-menos no miente: sumó un +7, algo que no lograron los jugadores más anotadores de los Rockets, ni Jalen Green (21 tantos y un -8), ni su competencia en el ‘5, Alperen Sengun (17 y -13), ni Jabari Smith Jr. (15 y -19).

El encuentro de españoles no se pudo materializar en la pista, ya que en los Raptors Juancho Hernangómez no tuvo la oportunidad de comparecer a pesar de su eficiente servicio en Chicago, con 5 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia en 11 minutos. VanVleet, tan juguetón como le gusta a él en los minutos decisivos, puso el punto y final con 12 de sus 32 puntos (12/26 en TC y 7/16 en triples) en un último cuarto con la emoción en punto álgido (86-82). No tan sonoro su nombre al lado de otros como Siakam, el propio VanVleet y Barnes (13 tantos), O.G. Anunoby sigue a lo suyo, 27 puntos y granítico en defensa con tres robos para confirmarse, cada vez más, como un acentuado ‘two-way player’.

Ningún ejemplo tan didáctico como los Rockets para explicar lo de que las apariencias engañan. El 2-10 que les acredita como peor equipo de toda la NBA es tan real como mentiroso, pura fachada. Porque, detrás, se halla todavía aletargado un proyecto con cimientos frescos para expandirse con los Sengun, Green, Garuba o Porter Jr. pero que todavía necesita tiempo. Lo ejemplifica también bien el número 3 del draft, Jabari Smith, mucha calidad pero aún inconsistente en el tiro (4/11). Los Raptors castigaron cada novatada, cada pérdida, cada rebote y resolvieron con picardía un mal día  en el tiro (41% en tiros de campo y 34% en triples), ya uno menos también para recuperar a Pascal Siakam.

Igualado al principio el envite en lo ofensivo, la diferencia de Houston empezó a crecer a la que el equipo de Stephen Silas solventó los errores de comunicación que entregaron al conjunto de Nick Nurse algunos triples liberados. La defensa de los Rockets se adaptaba a los cambios de marca, mientras Alperen Sengun superaba en la pintura a Christian Koloko, un joven pívot el camerunés con buena pinta pero todavía por enmendar alguna que otra carencia. El marcador del primer cuarto se correspondía con lo que estaba sucediendo.

En pleno auge ‘rocket’, llegó el turno para Garuba. El interior español volvió a dar un sólido equilibrio. No es, de momento, un anotador masivo, pero es una bisagra imprescindible en estos Rockets, reboteador en el propio aro y el rival, eficaz bloqueador y buen distribuidor de juego desde la cabecera y desde el roll corto en ataque, dejando siempre apuntes interesantes en la anotación. 

Las dos jugadas en las que vio aro condensaron su tenaz personalidad y su identidad ofensiva. Si el primer tiro no entra, rebote y a la segunda. E inteligencia para cortar y fuerza para machacar en el segunda canasta. En lo único ‘mejorable’ de su partido, dos lanzamientos seguidos de Gary Trent Jr. contestados por él que entraron, el segundo justo antes de un tiempo muerto de Houston. Se fue cabizbajo al banquillo pero su entrenador le chocó esos cinco. Tiene ciega confianza en él.

La defensa de los Toronto Raptors empezó a carburar con un 19% en tiros de campo y un 7% en el segundo parcial para unos Rockets limitados a 17 puntos. La consecuencia, cambio de rumbo y 57-54 al descanso. Anunoby mantenía su liderazgo con 9 tantos en este parcial tras los 11 de los primeros 12 minutos y, como a los Raptors les gusta hacerlo bonito y divertido, también en los minutos serios, un alley oop del alero fue el que estampó el empate. 

El equipo de Nurse le dio continuidad en la primer mitad del tercer cuarto, desconectando a Sengun como continuador en el pick and roll y a veces con hasta tres hombres en la cobertura del bloqueo directo, sin importar lo libre que quedara el perímetro ante el poco atino de los Rockets, en el partido (25%) y también en este cuarto (3/10), aunque los de Nurse rotaban con una disciplina y una energía asombrosas para puntear a tiempo los lanzamientos exteriores. Kevin Porter Jr. -11 asistencias pero 12 puntos con un 4/11 en TC-, quedaba atrapado como tantos otros jugadores habilidosos en los 2×1 de los Raptors.

Dos pérdidas de los de Texas y dos triples seguidos de VanVleet -empezaba lo mejor de su fiesta-, parecían deshacer a Houston (76-64 a falta de 7 minutos para el final del tercer cuarto). Pero el tiempo muerto de Silas estimuló a los Rockets (86-82 para acabar el parcial).

El kid de la cuestión, quién marcaría más la diferencia cuando regresaran a la cancha Sengun y Fred VanVleet. Y mira por dónde, el base gobernó ante la mismísima presencia del pívot turco, castigando una y otra vez como había hecho en minutos anteriores su defensa hundida en el pick and roll para lanzar sin apenas oposición y forrarse con 12 puntos en este parcial decisivo con 2/3 en triples. A VanVleet, igual que al siempre oportuno Otto Porter Jr. -dos triples seguidos definitivos para clavar el 106-99 a falta de 5:08-, le encantaron otra vez esos momentos tensos ante los que claudicaron los Rockets, buenos pero aún inocentes. Cuando le cojan el truco, cuando Usman Garuba complete su metamorfosis iniciada en el Eurobasket, darán que hablar. También en la clasificación. 




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