Variante delta plus: una ‘prima’ del coronavirus dominante pone en guardia a los expertos

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No hay quien baje la guardia con la covid. A pesar de las altas coberturas vacunales en España —por encima del 78% de la población— y una incidencia a 14 días de 49 casos por 100.000 habitantes, la primera línea de batalla contra la covid se mantiene vigilante ante posibles amenazas que les hagan perder el control de la pandemia. La última, un sublinaje de la variante delta ligeramente más transmisible, ha extremado el celo de epidemiólogos y microbiólogos. El goteo de casos por la llamada delta plus —se han reportado hasta una treintena en España— confirma que ya circula por varias comunidades, aunque los expertos señalan que no parece más agresiva y llaman a la calma. Se desconoce, eso sí, si tiene algún escape a la protección de las vacunas, pero se presume que es poco probable que así sea, agregan.

El nombre técnico de esta subvariante de la delta es AY.4.2 y se detectó por primera vez en el Reino Unido este verano, según el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Se diferencia de la delta, predominante en Europa actualmente, porque tiene cinco mutaciones y puede ser entre un 10% y un 15% más transmisible, señalan los expertos consultados. En su momento, la delta, que se descubrió en la India, ya era un 50% más transmisible que su predecesora, la alfa (esta era, a su vez, un 50% más infectiva que la primera variante de Wuhan).

El ECDC mantiene a este nuevo linaje de la delta dentro de las “variantes bajo monitorización”. Esto es, aquellas que tienen indicios de tener propiedades similares a las variantes de preocupación —un impacto significativo en la transmisibilidad, la gravedad o la inmunidad—, pero las pruebas que hay hasta el momento son débiles o no han sido correctamente evaluadas por el ECDC. Juan García Costa, vicepresidente de la Sociedad Española de Virología, pide cautela con los datos que llegan del Reino Unido: “No hay ninguna evidencia de que la delta plus pueda tomar el nicho ecológico de la delta. Pero al ser una subvariante [no se trata de una variante nueva, sino un sublinaje de la delta], la clínica no va a ser muy diferente. No sabemos si va a imponerse, desaparecer o convivirán las dos”.

Por lo pronto, en el Reino Unido, esta prima de la variante delta ya suponía alrededor del 6% de los casos detectados en la primera semana de octubre, según el último informe de la Agencia de Seguridad Sanitaria británica. Pero las autoridades sanitarias descartan, por ahora, que sea más agresiva: “Si bien la evidencia aún está surgiendo, hasta ahora no parece que esta variante cause una enfermedad más grave o haga que las vacunas actualmente implementadas sean menos efectivas”, recoge el informe británico. La base de datos internacional de secuenciación de virus humanos, Gisaid, ha reportado la presencia de este linaje en una treintena de países. En España se han confirmado casos, al menos, en Cataluña (cinco), Navarra (uno), Madrid (cuatro), Andalucía (uno), Extremadura (tres), Castilla-La Mancha (tres) y Castilla y León (cuatro), aunque en Gisaid, donde los microbiólogos reportan las muestras secuenciadas, constan hasta 35 casos de delta plus con origen en España, según los datos recogidos por el Ministerio de Sanidad en el último informe sobre variantes.

Baile de cifras aparte, Tomàs Pumarola, jefe de Microbiología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, llama a la calma. “Da igual el número de casos. Lo importante es que esta variante circula por España y continúa siendo esporádica. Hay que ver cómo evoluciona, estar vigilantes por si se extiende o no y ver si se escapa más o menos a la vacuna. Pero no parece más virulenta”, resume el microbiólogo.

También Elena Vanessa Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología, rebaja la tensión respecto a esta subvariante. Al menos, por ahora: “Ha pasado con otros sublinajes de la delta, que han subido y luego han vuelto a bajar. Parece que tiene más transmisibilidad, pero esto hay que ir viéndolo. Hay que seguir de cerca, con lupa, todos estos virus”. Hay más de un centenar de linajes descendientes de la delta notificados. Jesús Rodríguez Baño, jefe de Infecciosas del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla, insiste, no obstante, en que “la probabilidad de que [la delta plus] escape a la vacuna es baja”: “Creo que hacemos bien en mantener la vigilancia, pero hacemos mal con obsesionarnos con cada variante”.

Los expertos descartan, en cualquier caso, que el auge de contagios que sufre el Reino Unido (925 casos por 100.000 habitantes a 14 días) esté estrechamente relacionado con la expansión de la delta plus. “No cuadran los números”, resuelve Pumarola. “Inglaterra ha pegado un grito de alarma cuando tiene una infección con esta subvariante bajísima y que no justifica la alta incidencia que tiene. Este sublinaje solo representa el 6% de las infecciones nuevas. Creo que es más una cuestión de que han vuelto a la normalidad completa: ven muchas infecciones y también hay un impacto en los hospitales”, agrega.

Sin mascarilla en el Reino Unido

Martínez coincide y señala, además, que en el Reino Unido está permitido quitarse la mascarilla también en interiores y sus tasas de vacunación (el 67% de la población total ha recibido la pauta vacunal completa) es más baja que la de otros países, como España. Toni Trilla, jefe de Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, achaca también la fuerte circulación del virus en el Reino Unido a un cúmulo de motivos más allá de la delta plus: “Es un cóctel de apertura de medidas de protección basándose en un criterio político y económico, con condiciones de vacunación inferiores, lo que hace que la situación del Reino Unido sea diferente a España y más complicada”.

Así, a la hora de extrapolar lo que sucede en el Reino Unido en general y con la variante delta plus en particular, los expertos señalan la necesidad de contextualizar la situación: las medidas de protección en España no son tan laxas y, en cualquier caso, la situación epidémica tampoco es la misma que había cuando se impusieron otras variantes, como la delta o la alfa: ahora, buena parte de la población está vacunada. “Desde que se detectó en el Reino Unido hasta ahora han pasado meses y solo es el 6% de nuevos casos. No ha ido a la misma velocidad que la delta. Quizás no tiene tanta capacidad de imponerse y encuentra, además, más gente vacunada”, reflexiona Trilla. Pumarola recuerda que la variante alfa no empezó a diseminarse de forma rápida hasta que alcanzó el 10% del espacio de nuevos contagios, así que “es posible que necesiten un mínimo de presencia para aumentar de forma más rápido”, sopesa.

Con todo, el microbiólogo de Vall d’Hebron asume que hay que acostumbrarse a la aparición de nuevas variantes: “Desde que se introdujo la delta, lo que vemos es que se está diversificando debido a la presión inmunológica, porque se encuentra con gente vacunada o ya infectada”. El microbiólogo sostiene que, aunque el final de la pandemia como tal está cerca, este coronavirus “ha venido para quedarse”. “A medida que estemos todos vacunados, este virus cambiará de forma más rápido y nos obligará a reformular las vacunas, que están hechas con la variante de Wuhan. Ahora estamos protegidos contra la gravedad, pero no tanto contra la infección y el virus circula más libremente. Aparecerá una variante que nos obligará a revacunarnos”, augura el especialista.


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