Si el Atlético de Madrid no goleó clamorosamente a Osasuna fue por la actuación sobresaliente de Sergio Herrera. El inesperado héroe navarro que al final no pudo evitar la derrota pero que bastante tuvo el hombre con el aluvión y acoso que sufrió en el partido.
El burgalés cuajó un partido antológico, con paradas grandísimas. Especialmente en la primera mitad. Seis remates que tuvo que parar bajo palos, más otro más en la segunda parte.
En los primeros 45 minutos dejó alguna parada antológica. Comenzó pronto con un mano a mano con Morata a los siete minutos. A los 23’, otra de balonmano a disparo cruzado de Joao Félix. Una doble en el 35’. Buena acción entre líneas con disparo de Lemar que despejaba el guardameta y el rechace que le llegaba a Saúl, que dispara desde la frontal un chutazo enorme, se encontraba de nuevo con el burgalés.
Pero la más salvaje de la primera mitad fue un vuelo a un remate de cabeza de Joao Félix que ya le superaba y que tocó con los dedos para enviarlo al larguero. La primera mitad acababa con sendos paradones a un chutazo de Thomas desde fuera del área y a otro remate del luso del Atlético, ya el área. En la segunda parte, otro remate de cabeza de Morata detenido, y una más a disparo de Correa.
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