“Veo que la evolución es buena”, celebra De Marcos


Dos meses después de haber sido operado de su tobillo, Óscar de Marcos está próximo a contar con el alta. Quizá en un mes lo logre, pero de momento el rojiblanco no quiere marcarse plazos rigurosos por si acaso. “Estoy mejor, ya me habéis visto por el campo, eso es una buena señal. Estoy con ganas de volver al equipo”.



Estas fueron las primeras palabras del jugador de Laguardia en la rueda de prensa posterior al entrenamiento a puerta cerrada de esta mañana. Cuando se le preguntó si en cuestión de un mes estará dispuesto apeló a la prudencia. “No sabemos, tampoco nos vamos a marcar plazos, pero sí que es cierto que a priori en unos tres meses. Acabo de terminar el segundo mes y me quedaría más o menos un mes. A ver si se puede, si es un poco antes. Ya veremos, pero poco a poco me voy recuperando”, manifestó.

¿Para la final de Copa?

“Quiero encontrarme bien y cuando esté con el equipo estar en buenas condiciones. Si no, no voy a sumar, voy a restar hasta ponerme en forma. La idea es que me encuentre muy bien y entrenar con el grupo lo antes posible. Ahora ya estoy haciendo bastantes cosas. Veo que la evolución es buena. Semana a semana me encuentro mejor y esperemos que sea dentro de poco”, agregó De Marcos, que deseó poder estar disponible para la final de Copa, en caso de que se llegue a ella.

Acabo de terminar el segundo mes y me quedaría más o menos un mes. A ver si se puede, si es un poco antes. Ya veremos, pero poco a poco me voy recuperando

El paso por el quirófano para restañar la dolencia de su articulación es reflejo de las exigencias de este deporte. “Es normal, creo que en el deporte de elite exigimos mucho al cuerpo, va pasando factura y lo que más he tenido ha sido la zona de los pies. Sí que me estaba dando un poco de guerra. Esperemos que haya acertado el médico y vaya todo bien”, deseó.

Tengo que controlarme un poco, intentar llegar lo mejor posible para intentar llegar al equipo de la mejor manera que yo pueda

Dada esa situación física, De Marcos ha seguido a los compañeros desde una cierta distancia y mordiéndose las uñas por la impotencia de no poder jugar. “Cuando estás mucho tiempo fuera tienes esa necesidad, esas ganas. Llevo mucho tiempo ya viéndoles por la tele o en la grada y siempre te entra el gusanillo y esas ansias, pero en este caso tengo que controlarme un poco, intentar llegar lo mejor posible para intentar llegar al equipo de la mejor manera que yo pueda”, añadió.


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