A medida que se descuentan carreras de esta temporada en el Mundial de Fórmula 1 también aumenta el voltaje entre Max Verstappen y Lewis Hamilton, los Senna y Prost de la era moderna, protagonistas de este curso y muy probablemente también de los próximos. Parece mentira cómo cambian las cosas en menos de 15 días. Si Mercedes salió de Turquía dando la impresión de haber ensamblado una configuración más competitiva que la de Red Bull, la tropa del búfalo rojo se revolvió dos semanas después, en Austin, donde Verstappen se adjudicó su novena pole en lo que llevamos de año. El chico de Hasselt, líder de la tabla general por solo seis puntos de margen sobre Hamilton, rompió todos los esquemas, esos que anticipaban otra sacudida de las Flechas de Plata, poseedoras de la ‘pole’ desde la introducción de la tecnología híbrida en el certamen (2014).
Lo que ocurre es que la marca austríaca piensa vaciarse para imponerse a Mercedes antes de que se instaure el nuevo reglamento el ejercicio que viene. Para el equipo energético, celebrar el alirón sería casi tan relevante como su primera corona (2010), debido a la carga simbólica que supondría conseguir doblegar a Mercedes en el marco vigente y tras haber recuperado el terreno perdido. Verstappen está tan metido en ello como Hamilton decidido a impedirlo, y la prueba más plausible son las múltiples enganchadas que han tenido el uno con el otro. Los encontronazos entre los dos se producen dentro de la pista, como en Silverstone o Monza, y también fuera de ella, como el choque en el corralito de Imola. La peineta y el “¡estúpido idiota!” que el corredor de Red Bull le soltó a su rival este viernes, durante los ensayos libres, no es más que la prueba auditiva de la tensión que hay entre estos dos fenómenos.
Este domingo (21:00 horas, Movistar F1 y Dazn), Mad Max y su principal oponente se encontrarán en la primera curva del trazado texano, un viraje que ofrece la posibilidad de trazarlo por dentro o por fuera, y en el que habitualmente pasan cosas. Mientras Checo Pérez (saldrá el tercero) tendrá un papel fundamental como escudero de Verstappen, la sanción de cinco puestos impuesta a Valtteri Bottas dejará a Hamilton emparedado entre los dos Red Bull. Carlos Sainz, por su parte, partirá el quinto, a la vez que Fernando Alonso lo hará desde las catacumbas de la parrilla, después de que Alpine decidiera sustituir la unidad de potencia del monoplaza del asturiano.
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