Si hay algo que no gusta en Ferrari es que hables mal del equipo. Siempre ha sido así. Las críticas en Maranello hay que hacerlas de puertas para dentro. Pero en cuanto las haces ante los focos de las cámaras, es porque o tienes un pie fuera o lo puedes tener. Y en el caso de Vettel, ya sabiendo que no va a estar el próximo año en el equipo italiano, estaba claro que no iba a tardar en expresarse con más contundencia de lo habitual en cuanto las cosas salieran mal.
En este inicio de campeonato, el teutón está siendo la cruz en Ferrari. Mientras su compañero Charles Leclerc ha conseguido arañar ante todo pronóstico, con un coche muy difícil de conducir, dos podios (segundo en Austria y tercero en Gran Bretaña) y finalizar en una meritoria cuarta posición este domingo en el GP 70 aniversario en Silverstone, Vettel no ha dado ningún síntoma de alegría.
El monegasco no dudaba en celebrar dicha posición en Silverstone como si de una victoria se tratara, teniendo en cuenta que debía pelear con un monoplaza con el que estaba preparado para sufrir por lo mucho que castiga las gomas y por la menor carga que tenía.
No obstante, el monegasco logró superar de nuevo cualquier expectativa, dejando aún más en evidencia a un Vettel que sigue hundido, sin levantar cabeza, al volante de una máquina con la que no puede hacer otra cosa que sufrir. Si a ello le sumamos que la estrategia del equipo Ferrari metió en el tráfico al alemán, el cóctel puede ser aterrador. Era cuestión de tiempo que Sebastian explotara, y lo hizo este domingo en carrera y posteriormente ante la prensa.
“Estamos en el sitio donde no queríamos estar, lo hemos hablado esta mañana. La habéis pifiado”, decía Vettel por radio en la vuelta 30, reprochándole algo que en teoría les había pedido antes de la carrera. En ese instante, Sebastian se quejaba al encontrarse 13º tras Carlos Sainz, detrás de mucho tráfico, posición en la que iba a degradar aún más los neumáticos frescos, sin poder progresar.
Y posteriormente, repetía esta idea ante los medios. “La estrategia no ha sido la adecuada y no hemos pedido remontar. No estoy contento porque hablamos de este escenario antes de la carrera y hemos cometido el error que habíamos querido evitar. No sé en qué estaban pensando. Nos hemos quedado atascados en el tráfico y siendo el cuarto coche del tren no puedes hacer nada. Ha sido decepcionante”, dijo el piloto alemán, que el sábado tampoco se cortó un pelo al criticar su Ferrari, asegurando que intentar mejorar el rendimiento del coche era “como darse contra una pared”.
Trompo en la salida
“He tenido una buena salida pero después no tenía dónde meterme. Supongo que habrá sido el piano. He perdido el coche de repente y desde ahí mi carrera ha sido comprometida”, añadió Vettel sobre su trompo inicial, que le relegó a la última posición en la primera curva.
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