Víctor Álvarez elige pasar la cuarentena en Rusia


El defensa Víctor Álvarez, canterano del Espanyol, ha decidido pasar la cuarentena en la ciudad de Tula, patria chica del legendario escritor ruso León Tolstói, autor de “Guerra y Paz”, una de las obras maestras de la literatura universal.



“No soy muy de leer, pero estuve con mis padres en la casa donde nació Tolstói. Es un buen sitio para pasear. Hoy, por ejemplo, sería un buen día para ir allí”, comentó hoy a Efe en conversación telefónica.

Se refiere a Yásnaya Poliana, la residencia campestre donde Tolstói nació, está enterrado y escribió sus mejores obras, incluida “Ana Karénina”.

Álvarez llegó a Tula en 2017 y desde entonces se ha asentado en la banda izquierda del Arsenal, un equipo modesto que lucha por hacerse con un hueco en la elite del fútbol ruso.

“Es una ciudad tranquila. Es verdad que a veces te aburres, pero Moscú está a sólo dos horas. Puedes darte una escapada y ya está”, señala.

Está contento en Rusia, aunque como termina contrato en verano, no sabe aún si seguirá en el Arsenal de Tula, en otro equipo del país o cambiará de aires.

“Ese es uno de los motivos por los que me quedé en Tula. No quiero irme a España y después encontrarme con que no puedo volver”, señala.

Y es que, al igual que otros muchos futbolistas, es consciente de que el coronavirus podría postergar la ventana de fichajes, dejando en el aire su futuro hasta entonces.

Además, reconoce que volver a Barcelona hubiera significado “encerrarse en casa“, sin apenas opción de ver a su familia, por lo que la mejor opción era esperar a que acampe la pandemia en Rusia.

“El club nos informó desde el principio que los extranjeros no podíamos abandonar el país, pero aunque pudiera marcharme, también me habría quedado en Rusia. Mi familia vive a media hora de Barcelona, están confinados en casa. Y quién sabe si voy y soy yo el que les contagio”, insiste.

Después de que la Unión de Fútbol de Rusia decidiera aplazar la competición hasta finales de mayo, Álvarez tuvo la oportunidad de abandonar el país en alguno de los aviones fletados por la aerolínea rusa Aeroflot para repatriar a los rusos atrapados en diferentes países.

Algunos españoles que trabajan en Rusia y en el espacio postsoviético, sean futbolistas, técnicos o preparadores físicos, aprovecharon esa opción, pero el jugador criado en la cantera espanyolista no se movió de Tula.

Tampoco se queja, ya que puede acudir diariamente al campo de entrenamiento que está “a cinco minutos” de su casa, lo que hace mucho más llevadero el encierro.

“Puedo ir a correr al campo. Nos ejercitamos durante una hora. Voy con un compañero que está en mi misma situación”, señaló.

El zurdo es optimista. “Son sólo ocho partidos de liga los que quedan. Se puede jugar entre semana”, señala, con la esperanza de que en junio se reanude el campeonato ruso.

Su equipo, el Arsenal de Tula, es un matagigantes -derrotó al Lokomotiv, CSKA y Spartak-, aunque después suele pinchar con equipos teóricamente inferiores.

“Nos vino bien el parón. Últimamente, no hemos jugado muy bien”, asegura.

El Arsenal es séptimo, aunque está más cerca de los puestos de descenso, que de aquellos que dan opción a disputar competiciones europeas la próxima temporada.


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