Pablo Casado ha reaparecido en el Congreso de los Diputados para llevar a cabo su última interpelación a Pedro Sánchez en una sesión de control al Gobierno. En el vídeo que acompaña a esta pieza, los periodistas de información política de EL PAÍS, Javier Casqueiro y Carlos E. Cué, analizan las imágenes de una jornada histórica para el Partido Popular en la Cámara baja. Un día después de la dimisión de su número dos, Teodoro García Egea, el presidente del Partido Popular ha llegado al Congreso arropado por dos mujeres, la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, y la vicepresidenta de la Cámara, Ana Pastor, dos de las dirigentes populares que le han dado la espalda. “Es una muestra de lo cruda, lo dramática y lo sucia que puede ser la política. Ha llegado acompañado por quienes lo han abandonado en su final de una manera verdaderamente brutal”, asegura el corresponsal político de EL PAÍS, Javier Casqueiro, presente en el hemiciclo esta mañana.
El periodista de EL PAÍS Carlos E. Cué, que sigue habitualmente las sesiones de control al Ejecutivo, destaca el ambiente de desconcierto que había hoy entre los diputados, tanto que muchos de ellos no sabían cómo actuar: “Lo que hemos visto hoy en el congreso no se ha vivido nunca, una destitución tan salvaje del líder de un partido, y los que le han destituido estaban allí sin saber muy bien qué hacer ante un Casado muerto políticamente”. Cué asegura que el único compañero que se ha mostrado leal hasta el final ha sido Pablo Montesinos, diputado y vicesecretario de Comunicación de la formación conservadora.
Los dirigentes territoriales han forzado al líder a dejar caer a su secretario general, Teodoro García Egea, por la crisis desatada por el supuesto espionaje a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y le han empujado a convocar un congreso extraordinario en el que la formación elegirá nuevo presidente.
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