Trece rehenes israelíes y cuatro tailandeses fueron liberados por Hamás y estaban en Israel el domingo, después de que se superó, con la mediación de Qatar y Egipto, una breve diferencia sobre el acuerdo para liberar a los cautivos.
El pacto sobre los rehenes de Gaza volvió a ponerse en marcha tras un retraso temporal debido a una disputa sobre el suministro de ayuda al norte del enclave.
Imágenes de televisión mostraron vehículos de la Cruz Roja en el paso fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto.
A cambio de los rehenes israelíes, 39 civiles palestinos, entre ellos 33 menores, fueron liberados de cárceles israelíes.
En las imágenes que circulan en redes sociales se ve a un autobús de la Cruz Roja que transportaba a un gran número de presos palestinos que celebraban la liberación de una cárcel israelí, de camino a la ciudad de Beitunia, en Cisjordania ocupada por Israel.
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Mientras, de los 13 israelíes liberados, seis eran mujeres y siete niños y adolescentes, según la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Familia Or:
– Noam O (16 años)
– Alma O (13 años)
Familia Weiss:
– Shiri Weiss (53 años)
– Noga Weiss (18 años)
Familia Avigdori:
– Sharon Hertzman Avigdori (52 años)
-Noam Avigdori (12 años)
Familia Haran y Sosham:
– Shoshan Haran (67 años)
– Adi Shoham (38 años)
– Neve Shoham (8 años)
– Yahal Shoham (3 años)
– Hila Rotem Shoshani (12 años)
– Emily Toni Kornberg Hand (8 años)
– Mia Regev Jarbi (21 años)
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‘No hay nada para cobijar a una familia’: palestinos aprovechan la tregua para buscar entre los escombros de sus casas
Tras siete semanas de cese de los continuos bombardeos de Israel contra Gaza por una tregua alcanzada, Tahani al-Najjar aprovechó la calma del sábado para regresar a las ruinas de su casa, destrozada por un ataque aéreo israelí que, mató a siete miembros de su familia y la obligó a refugiarse en un albergue.
Transcurridas más de 24 horas de la pausa de cuatro días en los combates, miles de residentes de Gaza están realizando el mismo difícil viaje desde los refugios comunales y campamentos improvisados para descubrir qué ha sido de sus hogares.
“No hay nada para cobijar a una familia”
“¿Dónde viviremos? ¿Adónde iremos? Intentamos recoger trozos de madera para construir una tienda que nos dé cobijo, pero es en vano. No hay nada para cobijar a una familia”, dijo Najjar, rebuscando entre los escombros y el metal retorcido de su casa.
Najjar, de 58 años y madre de cinco hijos de Jan Yunis, en el sur del enclave, afirmó que Israelí también había arrasado su casa en dos conflictos anteriores, en 2008 y 2014.
Tazas milagrosamente intactas
Sacó varias tazas milagrosamente intactas de entre las ruinas, donde una bicicleta y ropa empolvada yacían entre los escombros.
“Reconstruiremos de nuevo”, dijo.
Para muchos de los 2.3 millones de personas que viven en la Franja de Gaza, la pausa en los casi constantes ataques aéreos y de artillería deIsrael ofreció una primera oportunidad de moverse con seguridad, hacer balance de la devastación y buscar acceso a las ayudas.
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