Viena, más viva que nunca

Hasta un edificio del siglo XIX es sinónimo de futuro en una Viena siempre imperial e histórica. Desde hace meses, hay obras de construcción a un lado de la armónica Künstlerhaus, La Casa de los Artistas de Viena. Es el símbolo de que la capital austriaca vuelve a florecer tras meses de encierro. Esta reciente remodelación se suma a las reformas de más de 50 millones de euros que enfrentó el citado edificio decimonónico para convertirse en el hogar del nuevo Albertina Modern, el hermano pequeño del Museo Albertina, dedicado en este caso al arte nacido en los últimos 100 años. Su fastuosa apertura, programada para el 13 de marzo de 2020, tuvo que posponerse, pero, tras más de un año abierto sin apenas visitantes extranjeros, tiene todas las esperanzas depositadas en sus nuevas exposiciones, muy cercanas a la cultura popular. Serán apuestas sobre seguro en tiempos de incertidumbre. The 80s. Anything Goes recopila hasta el 13 de febrero de 2022 obras de un póquer de ases: Julian Schnabel, Jeff Koons, Basquiat y Keith Haring. Y ya en marzo será el turno de otra estrella mediática: Ai Weiwei.

El arte y la vida cotidiana se funden en Viena como en pocos lugares en el mundo. El Leopold Museum, rey del MuseumsQuartier y donde habita la mayor colección de obras del pintor maldito Egon Schiele (1890-1918), ha celebrado el regreso a la normalidad abriendo su azotea MQ Libelle, un sofisticado bar mirador con vistas a las montañas que rodean la ciudad y también a su zona regia, ante las cúpulas gemelas de los museos de Historia Natural y de Bellas Artes que rodean la Maria-Theresien-Platz. También vive aires de renovación la Casa Museo Sigmund Freud (Berggasse, 19), reabierta en verano del año pasado tras 18 meses cerrada por restauración. En su nuevo enfoque, los espacios en los que el padre del psicoanálisis vivió y desarrolló su labor profesional se convierten en objetos de exposición. Y por primera vez todas las habitaciones privadas son accesibles a los visitantes.

Una amplia oferta ‘gastro’

En el vecino distrito de Alliedviertel florecen ofertas gastronómicas como Kraus. El elegante diseño de interiores de este restaurante da buena cuenta de su esencia, que busca reinterpretar a los clásicos. No solo se inspira en los célebres cafés vieneses en su aspecto, sino que incluye en su carta una versión gourmet del que es uno de los tentempiés más comunes de esta zona del continente: el leberkäse, una especialidad de embutido procedente de Baviera. La experiencia se completa con una pequeña galería de arte con marcado acento social. En las microexposiciones que organiza la Kahán Art Space Vienna no se da cuenta de las tendencias ni de los creadores de moda, sino que se analizan asuntos relacionados con la política y la economía actuales.

Ballroom, local especializado en sabrosos dumplings para tomar y, especialmente, para llevar, amplía su presencia con una nueva sucursal en Burggasse, 40. Además de opciones exóticas como los Yakuza (rellenos de gambas picantes y hierba de limón asiática, y rociados de sésamo, wakame y mayonesa de chile dulce), su carta cuenta con varias opciones vegetarianas. Mucho más pausada es la mesa de Tian, una pequeña colección de restaurantes que sigue creciendo en los lugares más selectos de Austria. La propuesta de alta cocina vegetariana del chef Paul Ivic, con una estrella Michelin, consiste en dos menús degustación, uno para brunch y otro para cenas. La composición de cada uno de ellos es sorpresa, ya que va cambiando para asegurar que los productos son frescos y de temporada. Por fortuna, su gran selección de salsas y cremas (hummus, confitados, mermeladas) guardadas en frascos siempre aparece. Una de sus localizaciones más céntricas está en el número 4 de Schrankgasse.

Otro gran ejemplo de la nueva Viena es su barrio en construcción Seestadt Aspern, que ya cuenta con un lago artificial embelleciendo la gigantesca zona de obras que en breve se convertirá en acogedoras viviendas y parques. Se trata de uno de los distritos en desarrollo más grandes de Europa. Dormero HoHo, la nueva apertura en Austria de la cadena alemana de hoteles, ocupa la mitad de los 23 pisos del edifico que reina en la parte ya construida de este nuevo distrito. Este alojamiento ha decidido adoptar la esencia del lugar, combinando un toque industrial y diseño a la última, con la madera como material predominante en sus instalaciones. Algunas de sus 130 habitaciones siguen una curiosa moda hotelera de la ciudad y están a medio camino entre la estancia estándar y un apartamento, con cocina incluida. Además de modernidad y sostenibilidad, el barrio hace toda una declaración de intenciones en el nombre de sus calles. El Dormero, por ejemplo, está en Wangari-Maathai-Platz, 1, en honor a la política keniana. También hay una Janis-Joplin-Promenade, que lleva al lago, y una Simone-de-Beauvoir-Platz, en torno a la que se amontonan algunos bares y restaurantes.

Esta fusión de hotel-apartamento también se encuentra en Adina Apartment (Canettistrasse, 3), un lugar de marcado tono urbano en torno a la estación central de trenes. Lo práctico, al incluir todo lo que puede encontrarse en un estudio o un piso, no hace que renuncie a lo estético. Para unir lo mejor de los dos mundos cuenta con una piscina y un spa a prueba de todo tipo de estrés. Y el Andaz Vienna Am Belvedere (Arsenalstrasse, 10), frente al famoso palacio vienés, es una propuesta arty de la cadena Hyatt que sirve de muestra de la arquitectura, la pintura y el diseño de la ciudad. El lujo, además de en sus vistas, su decoración y su cocina, está en lo espacioso de sus habitaciones, de cuyas paredes cuelgan obras de creadores locales. Es como dormir en un rincón del Albertina Modern.

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