Vox impone su agenda a Mañueco antes del congreso del PP con tres consejeros

El escritor Gonzalo Santonja en un acto en Burgos, en junio de 2019.
El escritor Gonzalo Santonja en un acto en Burgos, en junio de 2019.Santi Otero (EFE)

Vox ha disputado dos pulsos con el PP en Castilla y León y ha ganado los dos. La extrema derecha consiguió el 10 de marzo, pese a las reticencias de los conservadores, presidir las Cortes y confirmar la coalición, la primera que los une en una autonomía. Ayer, tras semanas escondiendo sus cartas, anunció a sus tres consejeros, acordados de manera que los flecos de la negociación no dejen margen de tiempo para que Alfonso Fernández Mañueco, presidente en funciones (PP), pueda revalidar el cargo esta semana. Lo hará cuando el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, comande el partido y no pueda desligarse de la entente con los ultras tras el congreso del partido este fin de semana. Los intentos de los de Mañueco por agilizar los tiempos no doblegaron a sus ahora socios, que tratan de que quede bien claro que el pacto llega con Feijóo ya ungido.

El proceso de la formación de Santiago Abascal para demostrar capacidad de gestión incluye que las tres consejerías las gobiernen personas sin peso apenas en el partido y con cierta experiencia administrativa. El departamento de Cultura y Turismo recae en Gonzalo Santonja, filólogo e investigador sobre la tauromaquia; Gerardo Dueñas será consejero de Agricultura, de orígenes en el entorno del sindicalismo agrario; y Mariano Veganzones, licenciado en Geografía en Historia, se responsabilizará de Industria y Empleo tras ocupar diversos cargos en la Junta de Castilla y León cuando pertenecía al PP. Solo este, encargado de Vox en Valladolid, ocupaba un cargo orgánico en la fuerza política a la que ahora representará en los consejos de Gobierno. Sus nuevos compañeros no guardaban relación con Vox.

Ejecutivo paralizado

La intención del equipo de Mañueco, que hasta aseguró que la investidura sería el viernes 25 o el lunes 28 de marzo, pasaba por zanjar ese apretón de manos entre el dirigente y su nuevo vicepresidente, Juan García-Gallardo, antes de que el presidente de la Xunta liderara el partido. La oposición de Castilla y León ha cargado duramente contra los compañeros de gabinete por mantener en funciones, en tiempos de dificultades económicas e inestabilidad, un Ejecutivo autonómico paralizado desde que el pasado 20 de diciembre Mañueco rompiera con Ciudadanos y llamara a las urnas. La pretendida mayoría absoluta que lo dejara gobernar en solitario se convirtió en 31 procuradores de 81, que implicaron la entente forzosa con Vox ante la alternativa de una repetición electoral que lo hubiese dejado en mal lugar.

Vox, con sus 13 procuradores, sin haber catado aún despacho, ha evidenciado sus intenciones en el acuerdo de Gobierno con Mañueco. Este incluye ejes imprecisos pero que hablan de “violencia intrafamiliar” o “migración ordenada”, tesis recurrentes en los de Abascal, que dirigió personalmente las negociaciones. Estos conceptos han provocado que en las comparecencias de García-Gallardo en las Cortes se hayan escuchado afirmaciones xenófobas sin base, o que hasta al propio Mañueco le cueste explicar esos nuevos preceptos en su programa de gobierno.

Una investidura pendiente de la llegada de Feijóo

El presidente nacional de Vox, Santiago Abascal, aseguró que el presidente en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, del PP, se enteraría de sus designados como consejeros para el Gobierno de la Junta de Castilla y León directamente, y no a través de la prensa. Carlos Pollán, el presidente de las Cortes autonómicas, de Vox, confirmó este martes que las propuestas de nombramientos ya estaban hechas y que solo quedaban “flecos” para que se inicie la legislatura.
Los tiempos impiden que, de rematarse esas diferencias a las que alude Vox, Mañueco pueda ser presidente esta misma semana. Este fin de semana se celebra en Sevilla el congreso extraordinario del PP para nombrar dirigente nacional a Alberto Núñez Feijóo, mandatario de la Xunta de Galicia. Vox ha conseguido retrasar los trámites para que el pacto PP-Vox se rubrique e inicie su gobernabilidad ya con Feijóo al frente de la formación conservadora. Feijóo ha tratado de vincular el pacto con la extrema derecha con el equipo directivo saliente del PP, liderado por Pablo Casado.

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