La plantilla del Alavés inicia los entrenamientos según lo previsto y sin casos positivos. Dentro de la ‘nueva normalidad’, marcada por las precauciones necesarias para frenar el contagio de la covid-19, los futbolistas han comenzado a ejercitarse de manera individual en las instalaciones de Ibaia.
Un total de 29 jugadores -24 del primer equipo y 5 del filial-, han derramado las primeras gotas de sudor en esta pretemporada atípica, tanto por las fechas como por el modo de trabajo. Todo ello con el objetivo de, si todo transcurre con normalidad, retomar la competición con un apretado calendario a partir del 12 de junio, fecha deseada por la LFP.
En esta primera jornada, la plantilla albiazul ha trabajado de forma individual, sobre todo con ejercicios encaminados a volver a acostumbrarse al trabajo sobre el césped y a recobrar la forma perdida tras casi dos meses -59 días- de confinamiento en sus respectivos.
Junto al primer equipo, han tomado parte Haritz Castro (portero), Mahmoud Abdallahi (central), Javi López (lateral), Paulino (extremo) y José Luis Rodríguez (delantero).
Todos en condiciones
La primera buena noticia para el equipo ha llegado con los resultados de las pruebas médicas realizadas la pasada semana. Entre ellas, los test de detección del virus. Los parámetros indican que todos están sanos, por lo que no ha aparecido ningún caso positivo en el seno de la escuadra albiazul.
Lejos queda ya el pasado mes de marzo, cuando los resultados de la primera tanda de test realizados detectó diez casos entre el personal deportivo babazorro –tres futbolistas y siete integrantes del cuerpo técnico-. A ellos hubo que añadir a cinco trabajadores del grupo empresarial Baskonia-Alavés.
Por fortuna, según indicó el club, ninguno presentó síntomas graves y todos han evolucionado positivamente. En caso de producirse algún positivo en estos momentos, la persona portadora del virus debería aislarse y no podría reincorporarse al grupo hasta que no dé negativo en dos test consecutivos.
Casi 4 horas y con Tomás Pina
Todos los integrantes del primer equipo han trabajado siguiendo las instrucciones del cuerpo técnico. Han llegado a las instalaciones de Ibaia en grupos con intervalos de diez minutos, ya cambiados y preparados para entrenar. Sólo los porteros podrán utilizar vestuarios especialmente preparados para la ocasión para mudarse de ropa al término de cada sesión, debido a sus específicas condiciones de trabajo.
Tal y como se esperaba, la buena noticia de la jornada la ha protagonizado Tomás Pina. El manchego, ya restablecido de su fractura de peroné, ha seguido su plan individual como uno más. Ahora parte de cero en la puesta para retomar la competición.
El resto de jugadores que llegaron al parón con problemas –Camarasa (paperas), Burke (paperas) y Fejsa (contractura muscular)-, también se encuentran ya restablecidos y han participado también con normalidad en la sesión preparatoria.
Asier Garitano y su cuerpo técnico han estado supervisando una primera sesión de trabajo que se ha prolongado durante cuatro horas, ya que los futbolistas han ido entrenando por grupos; con un máximo de seis al mismo tiempo en cada terreno de juego.
Hoy se han utilizado los dos campos de hierba de Ibaia, que antes de las prácticas han sido divididos en zonas para mantener las distancias entre los profesionales.
Las caras de sufrimiento han sido la tónica habitual. Aunque todos han tratado de mantenerse en forma en sus domicilios, retomar el contacto con el césped eleva la intensidad y obliga a trabajar aspectos como, por ejemplo, la velocidad, a los que no se ha podido dedicar tiempo durante el confinamiento. Al fin y al cabo, este regreso a la actividad se asemeja bastante a una pretemporada, aunque con las particularidades impuestas por la pandemia global.
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