Wembanyama silencia a sus críticos con una exhibición ante un canterano azulgrana

Wembanyama silencia a sus críticos con una exhibición ante un canterano azulgrana

Victor Wembanyama ya se divierte. Ya se ríe de sus críticos con sus ocurrencias y virguerías varias, un rebote o un tapón sin saltar por aquí, un tiro en suspensión tras crossover con ese larguirucho cuerpo que parece que se va a destartalar desde la media distancia por allá o un triple por sorpresa necesitando de un pequeño brinco ante los 2,15 de estatura y los 2,29 de envergadura del ex azulgrana Ibou Badji. ‘Wemby’ omnipresente. ‘Wemby’ anotador a todos los niveles para honrar la comparación con LeBron. Calidad y cantidad en armonía ensambladas por una asombrosa hoja estadística de 27 puntos -9/14 en tiros y 2/4 en triples-, 12 rebotes y 3 tapones en 27 minutos tras sus para muchos sosos 9 tantos -2/13 en TC-, 8 capturas, 5 tapones y 3 asistencias del debut. Aunque sus San Antonio Spurs perdieron contra los Portland Trail Blazers (80-85). Pero a quién le importa eso.

“He sido yo, me he sentido cómodo conmigo mismo y mi cuerpo. Es normal mejorar en cada partido. Hace dos días fue mi primer partido, tuve mucha mierda con el draft, cosas de medios, así que tiene sentido”, destacaba el galo, a quién parece que no le pudieron sentar mejor los consejos de Kareem Abdul-Jabbar durante la presentación de la Copa NBA. 

En esta divertida escuela de verano que es la Summer League que va a ser un constante examen final para él, Wembanyama ya ha aprendido y asimilado para empezar una parte del ‘Never too high, never too low’. Ahora le tocará manejar la euforia en esta radical vorágine mediática en el que un día eres todo y al siguiente nada, pero la parte de no deprimirse ni agobiarse por un mal día la ha captado a la primera el francés, más puntos ya en la primera parte que en todo el encuentro de su debut (11 ante 9). 

Lamentaba el pívot tras el frío primer envite que ni sabía “lo que estaba haciendo”. Pero su verdadero yo aterrizó de manera natural en esa especie de planeta que es la exótica e imponente que es la pista Sphere de Las Vegas, hasta el escenario de sus primeros pinitos como jugador NBA alineado con la narrativa, su particular teoría según la cual no siente la presión porque es libre en el universo, el relato de culto que sobre todo desde que LeBron le definiera como “alien”. Normal que se lo mirara con esa disfrutona sonrisa que lo dice todo Gregg Popovich para celebrar que será entrenador casi octogenario con su renovación por 5 años más. 

Victor Wembanyama, aficionado de todas las ciencias con su inquisidora curiosidad, aplicó el principio de la eficiencia en el tiro con ese 9/14 en lanzamientos y fluyó libre en la pista, con ese baloncesto tan exuberante sin fronteras posicionales apareciendo e influyendo por todas partes. Sin miedo al contacto pese a las preocupaciones que genera ese cuerpo esquelético con esa tirita en el pómulo para aliviar su primer rasguño en Estados Unidos.

Como testigo directo de esa determinación y talento manifestado de formas varias, un canterano azulgrana, Ibou Badji, al que le dio la noche desde el perímetro, la media distancia y también el que se supone que es territorio suyo, la pintura, cediendo el joven pívot senegalés de 20 años un puñado de puntos y faltas, también en ese cuerpo a cuerpo en el que, sobre el papel, Wembanyama tiene que flojear ante un pívot potente como Badji por su delgadez.

Cierto es que no se pueden sacar conclusiones del unicornio galo ante un pívot verde todavía como Badji, aunque fue un enfrentamiento de igual a igual, sin más experiencia Wembanyama en Estados Unidos que esta Summer League como es el caso del ex azulgrana.

El interior, al que Saras Jasikevicius hizo debutar en 2020, decidió probar suerte en la NBA tras finalizar la temporada 2021-2022, en la que jugó cedido en el Força Lleida en la LEB Oro.  Tras no ser drafteado en la lotería de 2022, participó en el ‘training camp’ de septiembre de unos Milwaukee Bucks que lo descartaron después de haber jugado con su equipo de la G-League antes de unirse en noviembre a los Portland Trail Blazers, en los que no llegó a debutar entre falta de espacio la plantilla y una lesión. La franquicia de Wisconsin le ha vuelto a firmar un contrato ‘two-way’ para esta próxima temporada reiterando su confianza en él.

Con una hoja estadística de 2 puntos -1/3 en tiros-, 1 rebote, 1 asistencia y 1 tapón en 19 minutos pero hasta 7 faltas, le hizo sufrir de lo lindo Wembanyama, quien pese a lo mucho que le falta -sobre todo en el aspecto físico-, empezará sin más remedio a coleccionar algunas estadísticas por simple selección natural con sus condiciones. Con su elasticidad en el perímetro, pondrá los tapones que quiera y cualquier emparejamiento es un ‘mismatch’ a su favor, un quebradero de cabeza sobre todo para los pívots rivales cuando se asoma al perímetro.

‘Wemby’ fue a recordar a ese jugador que encandiló del todo a la NBA con ese par de amistosos de octubre justo contra el equipo del que se le asigna como rival generacional, Scoot Henderson, pese a que no hubo duelo al estar el base lesionado, asumiendo Michael Denvoe la responsabilidad y el estrellato de Portland con 27 tantos. Como los dos partidos de entonces entre sus Metropolitans 92 y los Ignite de la G-League, el equipo de ‘Wemby’ salió perdiendo pero él ganando. El dicharachero e impasible Victor saca los dientes y la lengua ante las críticas.




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