Williams acierta de pleno


No son buenos tiempos para la lírica. Ni para el deporte. Ni para nada, en general. El coronavirus ha irrumpido de forma abrupta en la vida cotidiana de millones de personas. Nadie pareció tomarse muy en serio aquellas noticias que en torno a las pasadas navidades llegaban desde China, pero la pandemia ya está aquí. Los días pasan y sigue sin verse luz al final del túnel.



Ojalá todo vuelva pronto a la normalidad”, decía el pasado jueves
Williams
en la rueda de prensa virtual que ofreció a los distintos medios de comunicación y aficionados rojiblancos interesados en participar en la misma a través del propio Athletic. No queda más remedio que improvisar sobre la marcha, buscar nuevas vías de interactuación, en esta coyuntura en la que lo impera el ‘yo me quedo en casa’. Un mensaje sencillo y concreto el del delantero bilbaíno, pero que encierra consciente o inconscientemente una buena carga de profundidad.

Me sigue sorprendiendo que a estas alturas de partido, tal y como está el panorama, todavía haya gente que se atreva a pronosticar o especular sobre fechas concretas para la vuelta a las distintas competiciones. Cuando un equipo viene a jugar a Bilbao, ya sabe lo que le espera en San
Mamés: presión ambiental, la afición local volcada con su equipo, un rival que mete mucha tralla a sus encuentros, el busto de
Pichichi
, un recibimiento atronador a los leones… Del Pizjuán, Villamarín, Mestalla, Camp
Nou, Bernabéu y demás también se podrían destacar otros aspectos a veces similares, a veces diferentes a los del estadio rojiblanco.

El gran problema ahora es que aún no hay indicios objetivos para saber cuándo podremos volver a la normalidad. Y sin el cuándo, el resto sobra.


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