Williams hace gala de su origen en el fútbol callejero


Iñaki
Williams confiesa en un vídeo de la empresa de videojuegos EA
Sports, la que comercializa las diferentes versiones del juego FIFA entre otros, su espíritu callejero en el fútbol. “Pasar tardes y tardes jugando hasta que anocheciera son momentos imborrables que te curten en la calle, porque el instinto callejero no lo puedes perder”, proclama el delantero del Athletic.



En la cima, en la Primera
División, el jugador rojiblanco mira hacia atrás y confiesa la importancia que han tenido en su carrera sus orígenes. “Ese fútbol callejero te da motivación porque sabes de dónde vienes. No te tienes que olvidar de dónde vienes. Estoy aquí por el esfuerzo y por el trabajo diarios”, puntualiza Williams.

El delantero recuerda sus tiempos en Pamplona, “cuando te tirabas y se te levantaba toda la piel”. Desde ahí, al gran salto de jugar en Bilbao. “Pero todo eso lo guardas. De curtirme en esos campos a estar en San
Mamés, un estadio de dimensiones gigantes en el que el césped está impoluto, o jugando en el Camp
Nou o en el Bernabéu, representando al equipo de tu corazón”, explica Williams.

El sprint en Lezama

Impulsado por el fútbol de sus primeros años, deslumbró en las pruebas físicas en Lezama por su velocidad. “El primer día vine acompañado de mi madre, de mi representante y de mi hermano pequeño. Ese día era de pruebas físicas. Cuando me vieron sprintar se quedaron todos flipando. Batí el récord de Lezama. Fue algo curioso para mi primer día”, vuelve a relatar el delantero.

Es una anécdota conocida y muchas veces explicada por el propio jugador, pero que no deja de impactar. “En Pamplona, corría mucho, era una bala y no podían seguirme, no me aguantaban el ritmo. No me dejaban tranquilo, pero en el fútbol callejero prácticamente vale todo, tienes que ser pícaro y aprovechar tus condiciones”, afirma Iñaki
Williams.

Muchos de mis colegas dicen que parece mentira que con lo tuercebotas que era, haya acabado en Primera
División

El delantero lo ha sabido hacer. Encontró su sitio en Lezama y siguió corriendo. Escaló hasta hacerse un hueco en la cima, en el primer equipo, incluso para sorpresa de sus colegas, aquellos que no le cazaban en sus inicios. “Muchos de mis colegas dicen que parece mentira que con lo tuercebotas que era, haya acabado en Primera
División”, apunta Williams entre risas. Igual fue por cómo se curtió en los partidos de fútbol interminables en la calle.


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