Xabi Alonso: “Mi reto es aprender a ser entrenador”


Xabi Alonso (Tolosa, 1981) se siente un aprendiz. Lo ha ganado todo como jugador, incluso acarició un título de Liga con la Real, pero ahora está haciendo un máster en banquillos en el Sanse, que este sábado juega en Anoeta contra el Bilbao Athletic. Transmite lo que absorbió de los mejores entrenadores y aprende cada día



¿Cómo le sienta la etiqueta de entrenador del Sanse a Xabi Alonso?

Estoy muy contento. Tras acabar la carrera como jugador, el poder hacer otra y volver a Donostia, a mi club, viendo cómo se están haciendo las cosas, da gusto. Las cosas van bien. Estoy empezando, lo estoy disfrutando y me está sirviendo un montón.

¿Con qué talante viene a Zubieta a diario?

Yo lo estoy disfrutando. Esto me apasiona. Y ahora lo vivo de otra manera. Lo más bonito del fútbol es jugarlo y lo segundo es entrenarlo y eso es lo que me toca ahora. Las condiciones, por grupo, por jugadores, por instalaciones y por ambiente son muy, muy positivas. Y no sólo lo digo yo, sino gente que ha estado aquí.

Para un novato de los banquillos, ¿un equipo como el Sanse y una categoría como Segunda B se ajustan a lo que buscaba?

Sí. Cuando tomamos la decisión el club y yo de trabajar aquí, todo tenía sentido. Con el tiempo te vas reafirmando en que fue una buena decisión. He encajado con los jugadores en ese proceso de llegar y a mí mismo me vale para ir adquiriendo conocimientos, experiencias, acertando, equivocándome, corrigiendo y poco a poco encontrando el camino.

¿Consigue que los jugadores vean a su entrenador y no a un campeón del mundo, un ídolo?

Eso dura cinco días. Te los ganas cuando ven que lo que dices funciona. Ahí te empiezan a creer. Nunca he ido con pretensiones. Igual tenía al inicio una carta de presentación, pero ahora me ven como su entrenador, el que me pone o no me pone. Nos estamos conociendo.

Siempre le dio importancia a lo que puede calar un entrenador en un jugador, ¿intenta llegar a eso?

No es que lo intente, es que me sale. Intento ser próximo al jugador y ayudarle. Estoy para ayudar a los jugadores, que son los protagonistas. Nuestra influencia es importante, pero relativa. No intento imponer, sino mostrar, convencer. Seduciéndolos es como te creen y te siguen. Ellos están en un proceso de formación y yo también. Lo tienes que sentir. Si no lo sientes, no lo puedes desarrollar.

¿Cuál es su reto?

Crecer y aprender a ser entrenador. Llevo dos días en esto. Tengo que vivir y aprender muchas cosas. Estoy disfrutando, cómodo y tranquilo en esta situación, además de comprometido con lo que hago y con mis jugadores. Estoy al 100%.

¿El sustituto de Imanol está en el banquillo del Sanse?

Estoy donde me toca estar. E Imanol, también. Cada uno tenemos nuestro sitio. Imanol está haciendo un trabajo impresionante y yo, el mío. Nos están saliendo bien las cosas en cuanto a resultados y juego y eso es lo que me importa ahora.

¿Cómo es su relación con Imanol?

Coincidimos mucho. Hay comunicación después de los entrenamientos, sobre todo si tiene que subir algún jugador del Sanse. Siempre me pregunta cómo nos han ido las cosas. Imanol no es ajeno al Sanse, es muy, muy cercano al Sanse. Estamos mucho juntos en el día a día.

¿Y con Olabe?

También, relación cercana. Siempre he tenido relación y comunicación asidua con Olabe y Jokin. Olabe fue mi entrenador y mi director deportivo, coincidíamos en Catar cuando íbamos con el Bayern y desde que volvió aquí, siempre hemos estado cerca.

Terceros, ¿la trayectoria del Sanse discurre por dónde esperaba?

Antes de empezar, pensaba que iba a ser la competición la que iba a marcar dónde podíamos estar. Y por ahora estamos dando un buen nivel. Estamos haciendo muchas cosas bien, con otras por mejorar. En la clasificación estamos quizá mejor que lo esperado. Pero no nos obsesiona. Si podemos seguir ahí, perfecto. Es bueno tener esa ambición. No lo consideramos como un regalo. En esta fase, los chicos tienen que crecer compitiendo y la Segunda B es una buena prueba para ellos.

Se oye que da gusto ver a la Real, pero también al Sanse…

Yo disfruto viendo jugar a mi equipo en Zubieta. El jugador lo siente y lo disfruta y eso es lo que me enorgullece. Disfrutas cuando ves que hacen lo que trabajamos y que no sólo jugamos bien, sino que también competimos. Y el primer equipo está en la misma línea. Compiten, juegan bien, son atractivos, tienen la idea bien clara de qué es lo que quieren. Y no sólo yo, que soy de la Real, todo el mundo me dice que da gusto ver a la Real. Me llaman de Inglaterra y de Alemania para decirme: ‘¡Qué bien juega la Real!’.

¿Cómo afronta el partido del sábado del Sanse en Anoeta contra el Athletic B?

Tiene todos los condicionantes para que sea especial. Lo importante para mí es lo que pase en el campo y lo queremos afrontar como estamos afrontando todos. Pero jugar en este Anoeta contra el Bilbao Athletic tiene un extra que ojalá lo sepamos gestionar bien.

Ha jugado en los mejores y más cálidos campos ingleses y alemanes, ¿qué sensación le da Anoeta?

Te digo una cosa. Ha cambiado el estadio, pero sobre todo se está creando una energía y un ambiente muy especiales. Y eso es un activo impresionante que está naciendo en Anoeta, que lo está creando la afición. El motor es el equipo, el que enchufa, pero eso que se está creando con la grada Aitor Zabaleta, con las tribunas enchufadas, es tan importante como la reforma del estadio. Es un plus. Lo he vivido en otros estadios. Aquí hay alma. Ves que la gente en Gipuzkoa tiene ganas de ir al campo, no sólo el día del partido, también entre semana.

¿El cambio es grande?

Enorme. La gente no va a ver el partido, va a jugar su partido a Anoeta. Eso no hay en muchos estadios.

¿Qué supone para sus chavales jugar ahí?

Tienen que disfrutarlo e intentar hacer lo que suelen hacer, pero en otro escenario. Es lo que les toca, prepararse porque el día de mañana puedan estar ahí.

Dada la transformación que ha experimentado la plantilla y la juventud que existe, ¿ven ahora sus jugadores más cerrada la puerta de la Real?

No. Ellos están motivados. No necesito motivarlos demasiado. Saben que están aprendiendo y que la oportunidad surge el día menos esperado. Y lo que tienen que hacer es estar preparados para aprovecharla. Si no lo están, la oportunidad se les escapa. Y eso sería imperdonable. El último paso es el más difícil. Pero tienen una mentalidad muy buena y muy buena escuela aquí en Zubieta. Para mí es muy fácil coger un grupo así.

¿Hay buenos jugadores?

Hay muy buenos jugadores. Gente que está muy cerca de poder estar y eso es fundamental para el club.

¿A jugadores como Roberto López se les puede quedar pequeño el Sanse?

Yo creo que no. El jugador quiere disfrutar y Roberto y otros que han podido debutar lo están haciendo. Saben que si dan un buen nivel, van a estar más cerca. Ésa es la mejor motivación. Hay que ser fuerte mentalmente y en el fútbol es tan importante lo que haces como lo que transmites.

¿Guevara le recuerda un tanto a usted por su visión periférica?

No comparo, pero te hablo de él y de cómo se está asentando en el primer equipo. Es fundamental la confianza que tiene Imanol en él. Desde su personalidad, que tiene mucha, asume muy bien ese rol y el mando en esa posición en la que tienes que ser el vínculo defensa-ataque, anticipar por dónde te puede venir la presión para encontrar al jugador libre. El otro día le saltaba Rakitic y encontraba a Odegaard. Es listo y le gusta. Cuando ve que sucede lo que tiene previsto, va creciendo. Ante el Barça cada vez se vio a sí mismo más a gusto y encontraba las soluciones más fácil. Me gusta Ander porque está permanentemente conectado al juego y eso muy importante para un mediocentro. Hay que tomar muchas decisiones pequeñas correctas, estar siempre tic, tac, tic, tac…

¿Qué opina de Zubeldia?

Tiene otras características. De atrás hacia adelante va muy bien, tiene mucho recorrido, interpreta bien dónde va a estar la jugada e hizo un partido soberbio el otro día.

¿Por qué salen tantos mediocentros buenos de la cantera? ¿Tiene influencia que salieran jugadores como usted o Illarra?

Puede ser, igual que para mí tuvieron influencia otros jugadores como mi padre. La figura del pivote la asociamos al ‘4’, como Illarra. Los de aquí tenemos debilidad por esa posición. Por nuestro carácter, somos muy de pensar en el equipo, en qué puedo hacer yo para que el equipo funcione. Es carácter guipuzcoano, somos generosos. No es casualidad. Estoy convencido.

¿Hubo algo de cierto en el interés del Bayern Münich?

No. Estoy aquí a gusto, mi cabeza está únicamente aquí. No tengo otros pensamientos. No me ha venido ninguna proposición y estoy donde quiero estar.


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