El fútbol tiene estas cosas. De estar en un segundo plano informativo a pasar a portada en cuestión de horas. De ser un jugador más del filial a convertirse en el centro de atención del primer equipo. Nada nuevo. La historia se repite con relativa frecuencia. Lo importante, en cualquier caso, no es llegar, sino mantenerse.
El Alavés
derrotó el pasado jueves en Mendi a la Real. El primer gol albiazul llevó la firma de Borja Sáinz
. El futbolista de Leioa de 19 años de edad sufrió lo suyo para poder celebrar el tanto porque el colegiado y el VAR tardaron en decidirse.
Este interior diestro, también media punta, pasó por Lezama hace años. Nada extraño tratándose de un futbolista vizcaíno con proyección. Alguien, sin embargo, optó por cortarle el camino hace cuatro años. Nada nuevo, tampoco.
Los anteriores responsables de la cantera del Athletic no creyeron en la proyección de este internacional en categorías inferiores. Suele pasar. Todo depende de los ‘ojeadores’ de turno. A veces se acierta y rara vez se falla.
Lo que no es de recibo es que a Borja Sáinz le llegase a decir
alguno de los entrenadores rojiblancos de entonces “¿qué vas a hacer ahora que tu ‘tío’ no está?”. Lezama acababa de asistir a una auténtica escabechina de técnicos
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