Ya es oficial. La NBA regresará el próximo 22 de diciembre después de que la Liga y la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto (NBPA) anunciaron el lunes por la noche que llegaron a un acuerdo sobre los términos financieros para la próxima temporada.
“La NBA y la NBPA anuncian que han llegado a un acuerdo en principio sobre el inicio de la temporada 2020-21, así como ajustes a determinadas disposiciones del actual convenio colectivo impactado por la pandemia de la Covid-19”, afirma la declaración conjunta de los dos organismos. La declaración, sin embargo, especifica que “este acuerdo aún debe ser sometido al voto de la junta directiva de la Liga” cuando se reunan los propietarios de las franquicias.
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El viernes pasado, los jugadores votaron a favor del plan de la NBA, aunque algunos hubieran preferido que el reingreso fuera en torno al Día de Martin Luther King (18 de enero) para no volver a las canchas demasiado pronto, teniendo en cuenta que los finalistas de la temporada pasada, Los Angeles Lakers y Miami Heat, jugaron hasta mediados de octubre.
Por lo tanto, la competición se reiniciará para ellos un poco más de dos meses después de jugar su último partido, pero casi nueve meses después para los ocho equipos, incluidos los Golden State Warriors, que ya no jugaron después de la interrupción de la competición el pasado 11 de marzo.
Cada equipo jugará 72 partidos en la temporada regular, cuyo calendario se dará a conocer en las próximas semanas.
La apertura del mercado de fichajes está fijada para el 20 de noviembre, dos días después del draft, y este período de transacciones debería ser extremadamente intenso, ya que los campos de entrenamiento comenzarán solo diez días después, a partir del 1 de diciembre.
Los Lakers ganaron el último anillo de la NBA
A nivel económico, se ha modificado el convenio colectivo, teniendo en cuenta el impacto negativo de la pandemia de coronavirus sobre los ingresos relacionados con el baloncesto, habiendo estimado la NBA una posible pérdida de ingresos de hasta un 40%, debido a que las franquicias no ingresarán por taquilla, ya que los partidos se jugarán a puerta cerrada hasta nuevo aviso.
Como consecuencia de ello, las dos partes acordaron un principio de retención del salario de los jugadores de hasta un 10% para cubrir las pérdidas durante varias temporadas. Si es necesario rebajar un poco más los sueldos, su pérdida se repartirá durante la próxima temporada, así como en las dos siguientes, sabiendo que los jugadores nunca deberían tener que lamentar una reducción de más del 20% de su salario durante una misma temporada.
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