Los primeros días, ayer y antesdeayer y el viaje de vuelta, he estado hundido, pero ya estoy bien, he asimilado todo y estoy con ganas de trabajar ya”. El partido inaugural del Arenas ante el Salamanca UDS fue penoso en el resultado y mucho más lamentable en el apartado humano con las lesiones de Aitor Ramos y sobre todo la de Gorka Luariz: una rotura de ligamento cruzado anterior y otra de ligamento lateral interno han parado, de momento, su carrera hasta que reaparezca el año que viene. A este panorama se suma el hecho de que tenga tocado el menisco externo.
Sabía que iba a ser algo más, porque la primer vez que me lesioné en Lezama pude salir andando, incluso ese día me fui a tomar algo por la noche y podía andar perfectamente. Esta vez necesitaba muletas
“Ya se lo decía a mis padres, a los médicos, a los compañeros. Sabía que iba a ser algo más, porque la primer vez que me lesioné en Lezama pude salir andando, incluso ese día me fui a tomar algo por la noche y podía andar perfectamente. Esta vez necesitaba muletas y por eso digo que cuando ayer me fui a hacer una resonancia ya decía que seguramente tendría algo más que el cruzado”, agrega.
Cuando me operaron la primera vez, que fue con Mikel Sánchez en Vitoria, ya me dijeron que iba a ser muy difícil lesionarme la pierna operada y que lo más probable fuera en la otra y así ha sido
A pesar de la dureza de las dolencias, destila optimismo a raudales. “Ya me he puesto fecha, creo podría llegar a estar el día 8 de marzo creo que es en El Plantío, contra el Burgos”, vaticina Luariz días después de asumir un calvario que en otras ocasiones lo ha sufrido. “Tuve lo mismo a los 17 años en la izquierda, luego en el Zamudio lo tuve en la misma pierna, en la que el cruzado se me dobló, una elongación, y ahora otra vez, pero la derecha. Ya sé el camino, cómo va todo y lo que toca. Ya me sé el camino, las pautas, lo que haces el primer mes, el segundo”, apunta. “Cuando me operaron la primera vez, que fue con Mikel Sánchez en Vitoria, ya me dijeron que iba a ser muy difícil lesionarme la pierna operada y que lo más probable fuera en la otra y así ha sido”, añade.
Fortuita
En su revisión en moviola de lo acontecido, Luariz encuadra la lesión dentro de la lógica de un deporte que conlleva riesgos. “Fui a presionarle al rival, despejó y fue una acción fortuita. Me pegó después de despejar con la pierna izquierda, y me quedé con el apoyo de la derecha y la rodilla se me fue hacia dentro y noté el clack y enseguida me di cuenta de que me había roto la rodilla”, relata de ese momento fatídico en El Helmántico.
La rodilla se me fue hacia dentro y noté el clack y enseguida me di cuenta de que se me había roto
“Mañana -por hoy- tengo que ir a por los resultados, aunque ya me han confirmado lo que se ve en las imágenes, y a ver cuándo me operan. Espero que cuanto antes, la semana que viene a ser posible. Y después de la operación, a empezar a currar desde el primer día y seis meses a partir de ahí”, planea el delantero, agradecido por la riada de apoyos. “Estoy sorprendido de tantas llamadas, whatsApps, retuits… El apoyo que he recibido tanto de aficionados del Arenas como de aficionados de otras equipos, como el Salamanca, como amigos, conocidos, ha sido muy grande y me da mucha más fuerza para empezar”, recalca.
A muerte con el míster
Con esa entereza Luariz encamina sus pasos para echar una mano a un Arenas que ve en buena onda. “Le veo muy, muy bien. En pretemporada hemos hecho partidos muy buenos ante rivales de nuestra misma categoría, incluso cuando jugamos contra el Athletic, sobre todo en la primera parte, dejamos muy buena imagen. Hay mucho equipo. Las ideas que ha implantado el míster han calado, todo el mundo vamos a muerte con él y lo va a hacer muy bien”, asegura.
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