Se habla mucho estos días de la gran reinvención de Marcos Llorente como delantero en el Atlético de Madrid y no es para menos. Me hace recordar mi historia personal y la importancia de que el entrenador encuentre la mejor posición de un jugador. Toda mi formación en el Sporting de Portugal la hice como extremo izquierdo. En esa posición jugué hasta los 19-20 años, cuando Artur Jorge, el entrenador del Oporto que ganó la Champions, decidió probarme en el lado derecho y de segunda punta, con libertad de movimientos, y fue la posición donde más brillé y marcó mi carrera.
El entrenador dio el toque maestro conmigo, al igual que el gran Cholo está haciendo con Marcos y otras reinvenciones como Juanfran o Koke, que pasó de ser un 6 puro a interior. También ocurre lo contrario, cracks que dejan de brillar cuando juegan en la posición que no es la suya, como creo que le ocurre a cierta ex-estrella rojiblanca que fue suplente el otro día en Sevilla.
Eso sí, si me permitís bromear: nunca habrá mayor reinvención que el gran Jorge Campos, mítico portero de la selección mexicana que también era bueno de delantero, y algún partido llegó a jugar la primera parte de guardameta y la segunda de goleador. Con el lío que tiene el Barça en la delantera ya solo falta que pruebe Ter Stegen de killer del área…¡y no me sorprendería que lo hiciera bien!
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