Zaragoza celebra 'San Nayim'

Zaragoza celebra 'San Nayim'

Cada 10 de mayo Zaragoza mira atrás y recuerda con nostalgia cuando su equipo, el Real Zaragoza, era uno de los gallitos del futbol español y tenía un nombre en Europa. Su década deambulando por la Segunda División fruto de una horrorosa gestión económica llevada a cabo hace ya unos 15 años, ha castigado emocionalmente al zaragocismo pero no ha hecho mella en una afición entusiasta que sigue acudiendo en masa al estadio de La Romareda, agota las entradas para la afición visitante allá donde va y encara cada nueva temporada con nueva ilusión de poder volver a ser algún día lo que llegó a ser, aunque la precaria realidad vuelva a truncar pronto esas esperanzas puestas. 

Pero como escribió Benito Pérez Galdós en sus ‘Episodios Nacionales’ “¿Zaragoza se rendirá? La muerte al que esto diga. Zaragoza no se rinde. La reducirán a polvo; de sus históricas casas no quedará ladrillo sobre ladrillo; caerán sus cien templos; su suelo se abrirá vomitando llamas; y lanzados al aire los cimientos, caerán las tejas al fondo de los pozos; pero entre los escombros y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde.”

‘El Madrid de los modestos’

El caso es que aunque el hoy en día diga una cosa, lo cierto es que son muchos los clubs que históricamente han sido que parejos que cambiarían su palmarés por el de los maños, campeones de una Recopa de Europa, una Copa de Ferias, seis Copas del Rey y una Supercopa de España. Durante mucho tiempo al Zaragoza se le llamó ‘el Madrid de los modestos’, por esa efectividad que solía tener en las finales. Ganaba muchas más de las que perdía aunque fuera en la mayoría de ‘cenicienta’.

Nayim levanta el trofeo de la Recopa tras marcar un gol histórico para el Real Zaragoza.

Archivo MD

De entre todos los trofeos de sus vitrinas es indudablemente la Recopa de Europa de 1995 la joya de la corona, especialmente por el desenlace de aquella final en la que también Juan Eduardo Esnáider marcó un golazo en el minuto 68, un 1-0 que Hartson igualó en el 75′ para los ‘gunners’. Pero la épica llegó en el epílogo. Faltaban sólo 20 segundos para el final de la prórroga cuando Andoni Cedrún sacó largo de portería. Tras un par de rechaces, el balón llegó a Nayim, situado cerca del centro del campo y que acababa de cambiar de banda tras la entrada al terreno de juego de Geli. El ceutí levantó la cabeza, vio a David Seaman adelantado y no dudó en lanzar una parábola que pilló a contrapié al portero del Arsenal, besando la red. La locura se desató entre los 20.000 aficionados ‘blanquillos’ presentes en el Parque de los Príncipes de París. 

Desde entonces y desde hace 28 años se recuerda ese día en Zaragoza como ‘San Nayim’, con múltiples reportajes, entrevistas, menciones y comentarios, ahora principalmente en las redes sociales.

Una plantilla espectacular

El tiempo pasa, el equipo no es el de antes pero la afición no se olvida de los héroes capitaneados por Víctor Fernández desde el banquillo que hicieron grande a este club. El once inicial lo formaron Cedrún, Belsué, Aguado, Cáceres, Solana, Nayim, Aragón, Poyet, Pardeza, Higuera y Esnáider. También participaron en aquel partido García Sanjuán y Geli. Sin olvidarse del resto de la plantilla que labró el camino hasta esa final: Juanmi, Cafú, Óscar Celada, Darío Franco, Loreto, Gay, Lizarralde, Belman o el fallecido siempre añorado Sergi López. Con ilustres como Manolo Nieves de segundo entrenador, Jesús Villanueva como médico, Pedro Herrera (padre de Ander) como secretario técnico, Alfonso Soláns Serrano como presidente, etc, etc, etc… Todos hicieron aquel 10 de mayo de 1995 al Real Zaragoza aún más grande de lo que ya era.




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