La vida de los miembros de la familia real británica está siempre en el centro de atención en medio de honores, privilegios, ceremonias, escándalos y buenas maneras. Ser parte de esta familia también trae consigo numerosas prohibiciones y protocolos a seguir, incluso en la mesa. De hecho, hay algunos alimentos que están absolutamente prohibidos, incluso lejos del palacio, para la reina Isabel y todos los demás miembros de la realeza de la familia. Te contamos cuáles son así que vamos a descubrir a continuación. cuáles son los alimentos prohibidos en el Palacio de Buckingham y además, por orden de la Reina Isabel II.
Alimentos prohibidos en Buckingham
«Sin almidón»: esta es, al parecer, la última regla que Su Majestad la Reina Isabel II impuso en la mesa real. Según informa la web inglesa Express.co.uk, la gobernante más longeva (ha celebrado recientemente sus setenta años en el trono del Canal) habría puesto en marcha una serie de restricciones en cuanto al régimen alimentario en el Palacio de Buckingham tanto para ella como para el resto de la familia real. Y la regla en concreto prohíbe servir almidones y carbohidratos.
Después de todo, esta regla inusual sería solo la última de una serie prohibiciones que la reina Isabel exige de quienes la rodean. Desde la prohibición de selfies hasta la estricta etiqueta a la hora de acostarse, cada comportamiento real está bajo estricta observación. Y ahora se suma una dieta aún más estricta que confirma lo lejos que está definitivamente la reina de la definición de gourmet.
En este sentido, ha sido el ex chef real Darren McGrady quien ha dado más detalles sobre los hábitos alimenticios ultra secretos de Isabel II . McGrady trabajó en las cocinas del Palacio de Buckingham de 1982 a 1993, y según ha explicado, en aquella época Su Majestad comía lo esencial para vivir a diferencia de la verdadera pasión por la comida de su difunto esposo, el Príncipe Felipe.
El propio chef también declaró que la reina no aprueba que haya patatas, pasta y arroz en palacio. Los hidratos de carbono, por tanto, que tantos problemas le dan a Isabel no se sirven en las mesas reales para ningún miembro de la Familia Real desde hace tiempo y ahora la prohibición se ha vuelto a anunciar. E incluso cuando la cena es a solas, Su Majestad es muy estricta y disciplinada en el cumplimiento de las reglas.
Por lo tanto, las comidas son siempre muy saludables y bajas en calorías, con menús que incluyen a menudo pescado a la parrilla o pollo con verduras. Los crustáceos también escasean en la mesa, para evitar el riesgo de intoxicación, sobre todo en el caso de los almuerzos oficiales.
Sin embargo, incluso la reina Isabel admite algunos pecados de glotonería quien, según confiesa Darren McGrady, ama los dulces. En particular, la reina no puede resistirse al chocolate amargo.
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