Matinal calurosa y partido espeso del Espanyol ante un rival de Primera RFEF, la Balompédica Linense, que mostró la suficiente fortaleza física como para que se le atragantara el encuentro a los de Diego Martínez. Pasaban y pasaban los minutos y, visto que no estaba el día para brillar en ataque, lo mejor que se podía sacar de tan enmarañada situación era continuar con esa sensación de equipo consistente defensivamente que ya había mostrado en los tres anteriores amistosos ante equipos de mayor entidad como Montpellier (2-0), Lille (2-0) y UD Las Palmas (0-0).
Apenas faltaba un minuto para marcharse de Marbella con esa tarjeta de presentación cuando una jugada aislada acabó con el balón en los pies de Gerard Oliva, quien batió a Joan García. Era la primera y única ocasión de la segunda parte de La Balona (en la primera Omar Perdomo había estrellado un balón en el palo), suficiente para que saltara el muro espanyolista y el regusto que dejara el partido fuera otro. El empate a cero hubiera respetado al menos esa imagen de solvencia que dio el equipo, ya que apenas hubo concesiones atrás a un oponente que durante algunos minutos presionó arriba con acierto y dificultó la salida del balón de los catalanes.
Al Espanyol le faltó acabar de cerrar la persiana atrás aunque adoleció de muchas más cosas en punta. Sigue Raúl de Tomás con su plan de preparación especial mientras en el entorno se sigue hablando de la conveniencia o no de su venta. Económicamente supondría un empujón importante, pero deportivamente es difícil encontrar ese tipo de delanteros como él, con esa facilidad para marcar goles.
A falta de RDT, ocupó Joselu el puesto de delantero centro. El exdelantero del Alavés no está exento de olfato, ya lo demostró marcando ante el Lille, pero apenas pudo demostrarlo ante La Balona. Se perdió en la apatía atacante general de todo el equipo y fue sustituido al descanso.
Con Tonny Vilhena todavía sin entrar en la dinámica completa del equipo y Javi Puado en el banquillo pero sin un minuto ante La Balona, confío Diego Martínez en Jofre Carreras arriba y el Espanyol encontró en el canterano mayor dinamismo y frescura, ayudado por las internadas de Rubén Sánchez por banda derecha, aunque tampoco llegó el gol. Hasta tres veces cayó en fuera de juego por centímetros e incluso estrelló un remate acrobático de espuela en la madera ya en el descuento. Mostró al menos esos detalles con los que hay quedarse en pretemporada y que siempre acaban sumando. Diego Martínez los tendrá bien apuntados.