Pedro Sánchez no ha tenido más remedio que lanzar desde la Casa Blanca su primer mensaje sobre una polémica que ha crecido estos días en la campaña electoral, por la presencia de 44 condenados de ETA en las listas municipales de EH Bildu. No había dicho nada hasta ahora, pero el Gobierno que encabeza ya estaba lanzando un mensaje muy crítico con la decisión de Bildu, que Sánchez ha rematado en una breve comparecencia tras su reunión con el presidente estadounidense, Joe Biden: “Hay cosas que pueden ser legales, pero no son decentes, y esta es una de ellas. Merece el mayor de los reproches”. Y ha abundado asegurando que “lo único que pueden aportar estas personas a la vida pública es un mensaje de perdón, de reparación y de arrepentimiento”.
El PP está intentando utilizar esta decisión de Bildu para desgastar al PSOE y al presidente del Gobierno, que se ha apoyado en este grupo para sacar algunas leyes importantes como la última, la de vivienda, aunque durante la legislatura también ha habido cuestiones relevantes en la que no apoyaron al Ejecutivo, como la reforma laboral, que salió con los votos en contra del PNV, Bildu y ERC. Sánchez ha querido alejarse rápidamente de esta decisión de Bildu para cortar el desgaste y sobre todo para intentar zanjar la polémica, que está muy lejos de la línea de campaña que quieren llevar los socialistas, centrada en vivienda, educación, jóvenes, sanidad, sequía, y en general en la gestión del Gobierno.
Sánchez ha subrayado que para él “lo más relevante” es que hace más de una década que “la democracia española derrotó a ETA”. Como consecuencia de ese hecho, “la labor de todos los responsables políticos, en primer lugar del Gobierno de España, es reconocer y respaldar a las víctimas del terrorismo”.
El presidente ha asegurado que su Ejecutivo, en relación con el terrorismo, siempre ha sido “claro”. “Hace poco me preguntaba uno de los principales medios de comunicación vascos cuál era la relación o qué relación teníamos… Nosotros claramente tenemos una posición clara, inequívoca en todo lo que tiene que ver con el terrorismo. Siempre hemos trabajado por la unidad de los demócratas cuando existía ETA en contra de la violencia, y lógicamente también apelamos a esa unidad para recordar siempre que ETA [desapareció] hace 12 años como consecuencia de la victoria de la democracia sobre la violencia”. El presidente no ha respondido a la pregunta de si se replantea su relación con EH Bildu, que ha sido aliado parlamentario para algunas medidas del Gobierno en la actual legislatura.
Sánchez ha insistido luego en restringir el papel actual de los exterroristas a que hagan una “reparación” y se arrepientan “ante el dolor que causaron durante esos años duros y difíciles que representó ETA”. Y enseguida ha redirigido su discurso hacia las víctimas de las acciones de la banda terrorista para trasladarles el “absoluto compromiso [del Gobierno] en su apoyo, en su reconocimiento y en su eterno recuerdo”.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional anunció el viernes que va a estudiar una denuncia presentada por Daniel Portero, hijo de un asesinado por ETA y parlamentario del PP en Madrid, para decidir si investiga o no la situación procesal de los exetarras incluidos en las listas, en especial de los siete miembros de la banda terrorista que fueron condenados por asesinatos. La presencia en las listas de la izquierda abertzale fue destapada el martes por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite).
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La presencia de antiguos miembros de ETA merece, según Sánchez, “el mayor de los reproches, y ese es el reproche que como presidente del Gobierno les hago”. El jefe del Ejecutivo ha comparecido solo ante los medios, como estaba previsto y es habitual en la era Biden salvo en los casos de visitas de Estado, tras una reunión de casi una hora de duración con el presidente de EE UU.
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