Todos los veranos, los profesionales de la salud se ven obligados a insistir en la importancia de utilizar adecuadamente la crema solar para evitar daños en la piel a corto y largo plazo. Más allá de las quemaduras, una alta exposición a la radiación solar puede provocar cáncer de piel y envejecimiento prematuro. Sin embargo, sigue habiendo quienes hacen caso omiso a las recomendaciones y, o bien no utilizan la crema solar, o bien la usan de una forma que no es la correcta.
La idea más loca: congelar la crema solar
También hay quienes deciden innovar en la aplicación de este producto. En los últimos días se ha hecho viral el vídeo de una joven que propone congelar la crema solar y aplicarla sobre la piel en forma de cubito. Una práctica que quizá en un principio pueda parecer una buena idea para refrescarse, pero que no lo es en absoluto.
Álvaro Fernández, también conocido como @Farmaceuticofernandez en Tik Tok ha explicado lo siguiente: «Las cremas solares están formadas por dos fases, una acuosa, y una oleosa, que están homogeneizadas, y claro, si las congelas se separan, y entonces ya pierde sus propiedades y no sirve de nada».
Además, ha señalado que los cubitos «se van a descongelar en cuanto llegues a la playa, no te va a dar tiempo ni a soltar la toalla». Por lo tanto, además de hacer que la crema solar pierda sus propiedades, este truco tampoco es útil para transportarla.
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Consejos de la OCU
Por otro lado, la OCU ha lanzado una serie de recomendaciones sobre el uso correcto de la crema solar: «La crema de protección solar es imprescindible en verano, debes usarla todo el tiempo, y cuando estés tomando el sol, repetir la aplicación con frecuencia. Un bote te durará unos pocos días, pero no escatimes».
Advierte de la importancia de evitar la exposición solar durante las horas centrales del día, sobre todo entre las 11:00 y la 16:00 horas.
Como resulta lógico, es esencial escoger el factor de protección adecuado a la piel, según el fototipo. Lo ideal es aplicar la crema solar media hora antes de salir de casa y reaplicarla cada dos horas, o después del baño en caso de ir a la playa o a la piscina.
Y, por último, la OCU recuerda que la sombrilla deja pasar un 30% de radiación solar.
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