La zurda mágica de Raúl García


En la alineación inicial del Athletic había varias novedades en forma de reaparición. Iñigo Martínez regresaba al once después de los problemas físicos que le aquejaban en las últimas fechas; Unai López volvía de timonel en lugar de Beñat tras el lapso de Getafe, y Córdoba también se sumaba a la causa a pesar de esa dolencia de rodilla que le ha afectado desde comienzos del mes de agosto. Por una cosa o por otra, todos fueron protagonistas en buena medida, como también el ‘repetidor’ Raúl García, que anotó un espectacular tanto con la izquierda desde fuera del área con una ayuda evidente de Moyá. Es decir, que en menos de una semana el jugador navarro se postula en plan matador con una zurda que no emplea con tanta frecuencia. Si en el Coliseum Alfonso Pérez anotó con un tremendo disparo a centro de Capa, en esta ocasión con ser muy cuco y preciso en el disparo fue suficiente.



¡Qué susto!

Ampliaba así la diferencia de un Athletic dominador, que por intensidad se comió a la Real. En este escenario de ardor, Iñigo Martínez se mostró como pez en el agua, haciendo de la anticipación una de sus señas de identidad. Córdoba se movió entre el cielo y el infierno. Le sacó una amarilla a Zaldua -¿por qué no le expulsaron?- y tomó parte en el gol de Raúl García al darle el balón, aunque el navarro se lo cocinó él solo. Además, estuvo cerca de marcar con un zurdazo que se le marchó un poco alto tras un envió de Muniain desde la derecha. Su momento de “¡Ay, Dios mío!” fue cuando casi se ve penalizado por una pena máxima por falta a Zaldua. El VAR evitó el desgarro y todo se quedó en un buen susto. Además, Unai López se empleó a fondo en esos conceptos defensivos que le están gustando a Garitano. Y alguna que otra apertura a banda fue más que destacable. Fue relevado por Beñat cuando se había cumplido poco más de una hora de juego. Estaba un tanto cansado el guipuzcoano, que cumplió, aunque con alguna mácula en una cesión espinosa.

Con el discurrir de la segunda mitad, los tres protagonistas de inicio cumplieron con sus respectivos papeles en un duelo de vaciamiento físico e intensidad. Córdoba dejó su puesto a Ibai, que dio fuelle a la banda izquierda y estuvo más o menos cerca de anotar en una falta. Y mientras, Iñigo disfrutando en el fragor del derbi.

Como Capa, que de nuevo fue fundamental para que el asalto del ‘Séptimo de Caballería’ fuera una tortura para la Real. El jarrillero se lució con una nueva asistencia, en este caso a Williams, para poner la tercera de su cuenta. ¡Enorme! Como sus compañeros, como ese Raúl García que cada vez que anota el Athletic se impone. Su zurda ha servido para refrendar su poderío, como el de este equipo rojiblanco exuberante.


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