El rendimiento de Isak ha levantado una expectación inusitada en su país. “Algo normal”, a juicio del delantero ya que “se acerca la Eurocopa”. El sueco, sin embargo, deja claro que “llegan partidos muy importantes en la Real y pensar en la selección sólo puede hacerme daño. La mejor forma de prepararme para eso es hacerlo bien aquí. La Eurocopa es algo bonito pero será en verano”. Está por ver si ahora que Ibrahimovic ha vuelto a Europa, también juega con Suecia. “Nunca se le puede dar por acabado”, dice Isak sobre Zlatan. “Tiene 38 años y sigue compitiendo al más alto nivel, no me sorprende”. No lo ve como competencia directa en la selección. “Bastante tengo yo con ganarme mi puesto”.
Isak está cómodo en Donostia. Hogareño y tranquilo, apunta a la carne por delante del pescado como alimento favorito y, prueba de que su integración es completa, apunta a “Portuetxe y Rekondo” como dos de los templos gastronómicos donde mejor puede saciar sus apetencias culinarias. En cuanto al idioma, el delantero sueco apunta que “entiendo casi todo y puedo hablar un poco” e incluso se aventura a decir que “creo que para cuando termine la temporada podré hacer una entrevista completa en castellano”. Otro cantar será el euskera. “Ahí tendré que trabajar un poco más”, comenta con una irónica sonrisa el delantero de Solna.
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