Al menos 100 activistas climáticos irrumpieron la Convención y Exposición Anual de Aviación Comercial Europea (EBACE) en el Aeropuerto de Ginebra, la feria de venta de aviones privados más grande de Europa, provocando el bloqueo del tráfico aéreo en la zona durante una hora.
Los activistas, de acuerdo con Greenpeace, provenían de 17 nacionalidades y pertenecen a diferentes organizaciones medioambientes, como la misma Greenpeace, Stay Grounded, Extinction Rebellion, Scientist Rebellion, entre otras.
La protesta tenía el objetivo de denunciar la contaminación causada por los vuelos de jets privados, así como “la hipocresía de promover este tipo de aviación en medio creciente desigualdad social y una crisis climática sin precedentes”, exigiendo la prohibición de la circulación de aviones privados.
De acuerdo con la organización, los activistas ocuparon pacíficamente los aviones que se exhibieron durante el evento. Algunos se encadenaron a las pasarelas y entradas de las aeronaves, evitando que ingresaran los posibles compradores.
Mientras que otros pegaron etiquetas gigantes con advertencias similares a las que se utilizan en los empaques de tabaco, con mensajes como “los aviones privados queman nuestro futuro“, “matan nuestro planeta” y “desigualdad de combustible“.
La activista Klara Maria Schenk, de la campaña Mobility for All de Greenpeace, sostuvo que la venta de aviones privados se ha disparado durante los últimos 20 años, de manera que el “uno por ciento” contribuye de gran manera e injustamente a la crisis climática, mientras que los más vulnerables sufren las consecuencias.
“Estamos en una emergencia climática. Por lo tanto, ya no es tolerable que los súper ricos sigan desfilando en eventos como EBACE y sigan comprando y volando en sus jets privados para su propio beneficio, mientras sabemos que esto alimenta las llamas del colapso climático, amenazándonos a todos”, añadió la activista alemana Cordula Markert, portavoz de Scientist Rebellion.
Al pasar la hora del inicio de la protesta, los activistas fueron desalojados por las autoridades aeroportuarias, reanudando el tráfico pasado el mediodía.
No obstante, el aeropuerto de Ginebra informó que por el bloqueo, siete vuelos fueron desviados a los aeropuertos de Zúrich, en Suiza, y Lyon, en Francia, mientras que seguirían generándose retrasos a lo largo de todo el día.
Estudios, citados por Greenpeace, revelan que los vuelos privados producen cerca de 10 veces más de CO2 por pasajero-kilómetro que el que se genera en un vuelo comercial, además de provocar cantidades desproporcionadas de contaminación por micropartículas y ruido, los cuales son perjudiciales para la salud, el clima y el medioambiente.
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