Alberto Rodríguez anuncia que abandona Podemos tras perder su escaño en el Congreso

Meritxell Batet, en un acto esta semana en Madrid.
Meritxell Batet, en un acto esta semana en Madrid.Eduardo Parra (Europa Press)

El exdiputado de Podemos Alberto Rodríguez ha anunciado este sábado que abandona la militancia política y el partido. La decisión la ha hecho pública después de que este viernes la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, decidiera quitarle el escaño a raíz de la condena del Tribunal Supremo contra él por pegar una patada a un policía en 2014. “Abandono la militancia partidista, abandono Podemos, agradezco profundamente estos años”, ha comunicado Rodríguez, quien considera que “uno debe saber cerrar ciclos” y “aprender cuáles son las virtudes y límites”. “Entro en otro momento personal”, ha añadido en el aeropuerto de Los Rodeos, en Tenerife, donde decenas de personas lo han recibido entre aplausos.

Rodríguez, ex secretario de organización de Podemos, ya no formaba parte de la Ejecutiva de la formación. El entonces número tres del partido anunció en mayo su decisión de no concurrir en el proceso que eligió a Ione Belarra como secretaria general en sustitución de Pablo Iglesias, aunque entonces desvinculó su decisión del proceso judicial que enfrentaba. Este sábado, el exparlamentario ha reiterado que su caso perseguía “criminalizar la protesta” —los altercados se produjeron durante una manifestación— y ha reiterado que ha sido condenado “sin pruebas”, además de denunciar una “interferencia” entre poderes. “El PSOE se ha plegado a las presiones del poder judicial”, ha sentenciado.

Las declaraciones de Rodríguez se producen un día después de que Unidas Podemos anunciara que se querellará por prevaricación contra Batet por retirarle el escaño. Este sábado, uno de sus ministros, el titular de Consumo y coordinador general de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, ha intentado rebajar la tensión creada entre los socios del Ejecutivo a partir del anuncio. Garzón se ha desvinculado haciendo hincapié en que esa querella se trata de una “acción jurídica a título personal” del diputado.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, presenta la campaña ‘Hijos del azúcar’, este sábado en el jardín tropical de la estación Madrid-Atocha. En el vídeo, las declaraciones de Garzón sobre la querella contra Meritxell Batet.EFE (ZIPI)

Si bien es cierto que el portavoz parlamentario de UP, Pablo Echenique, ya precisó durante una entrevista en la Cadena SER, en la noche del viernes, que la querella la presentaría el diputado, insistió en que toda la organización está detrás de la acción judicial contra Batet. “Quien la presenta es Alberto Rodríguez. Con todo nuestro apoyo. En realidad hay poca diferencia política, que la presente él o nosotros, pero formalmente lo hace él, porque es la parte perjudicada, quien tiene la legitimidad activa y lo hace, lo hacemos, porque entendemos que hay indicios claros de que puede haber habido prevaricación”, explicó el portavoz utilizando la primera persona del plural, la que habían usado también poco antes fuentes de Unidas Podemos al anunciar formalmente la presentación de la querella.

“Haré todo lo que esté en mi mano jurídicamente, por supuesto”, ha manifestado por su parte Rodríguez este sábado. “Iré al Tribunal Europeo de Derechos Humanos”, ha reiterado.

Pese a los múltiples conflictos en el seno del Gobierno de coalición —el último choque se escenificó el mismo viernes con la petición de convocatoria de la mesa que sigue el cumplimiento de los acuerdos del Ejecutivo tras lo que UP entendía como una “injerencia” en la reforma laboral—, hasta la fecha la tensión no había llegado al punto de emprender acciones judiciales contra una dirigente de uno de los dos partidos.

Garzón considera que es “natural” que la persona que resulta “víctima de este proceso”, en referencia al diputado, “haya pensado iniciar una serie de acciones legales” y ha matizado que “se trata de una acción jurídica a título personal”. Fuentes próximas al ministro han declinado aclarar si el coordinador de IU conocía que se presentaría la querella antes de que se hiciera pública, aunque otras fuentes del grupo confederal señalan que no lo sabían ni él ni la vicepresidenta Yolanda Díaz ni los principales de dirigentes de En Comú, sus socios catalanes. Nadie, sin embargo, ha mostrado discrepancias públicas sobre el asunto.

En su intervención este sábado en la clausura del Congreso Confederal de Comisiones Obreras que ha reelegido como secretario general a Unai Sordo, la también titular de Trabajo y máxima dirigente de UP en el Gobierno ha esquivado el conflicto al rechazar hacer declaraciones a los medios. Una actitud que contrasta con la de la ministra de Derechos Sociales, quien a través de Twitter se posicionó el viernes sin ambages contra la decisión de Batet. “Alberto Rodríguez fue condenado a pesar de las pruebas que demuestran que él no estuvo allí [en alusión a los incidentes producidos en la manifestación en La Laguna (Tenerife) en 2014]. El objetivo era quitarle el escaño. El Supremo presiona a la Presidencia del Congreso para retirárselo, aunque ambos saben que no es lo que dice la sentencia. Prevaricación”, remataba Belarra.

Mientras, el exvicepresidente Iglesias ha ido un paso más allá al compartir en redes sociales el editorial de la revista digital Ctxt, en la que colabora: “Si la señora Batet no es capaz de defender al Parlamento de las intromisiones ilegítimas de otros órganos del Estado, lo único que le queda hacer es apartarse, dimitir”, reproduce en su mensaje.




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