Alitalia cierra tras un reguero de pérdidas interminable para dar lugar a la aerolínea pública ITA


La nueva aerolínea ITA (Italia Trasporto Aereo), completamente pública y surgida de las cenizas de la vieja Alitalia, está lista para despegar. Pero no lo va a hacer sin controversia. La compañía ha puesto a la venta sus primeros billetes para vuelos a partir del 15 de octubre, fecha en la que dejará de operar Alitalia, la antigua compañía de bandera que en los últimos años ha vivido una era de turbulencias constante, acumulando pérdidas y dilapidando ayudas públicas por miles de millones de euros.

Los aviones de ITA todavía no han levantado el vuelo, pero su situación en tierra es complicada, sobre todo en el frente laboral. Ya vislumbra una huelga para el 24 de septiembre, convocada por los trabajadores que por el momento solo tienen vínculos con Alitalia y esperan ser trasladados a la nueva compañía. Todavía no se han firmado la mayoría de contratos y los procesos de selección del nuevo personal acaban de abrirse. Pero la brecha con los combativos sindicatos aéreos, que están en pie de guerra, es profunda. De los más de 10.000 empleados de Alitalia, ITA tiene intención de contratar solo a cerca de 3.000 para la primera fase de lanzamiento, y con recortes en los salarios. Las organizaciones de trabajadores, por su parte piden que se traslade a todos.

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La nueva aerolínea, en cuya oferta todavía faltan muchos destinos intercontinentales, echará a volar el 15 de octubre. Mientras tanto, su página web aún aparece con idéntico diseño a la de Alitalia, aunque un mensaje alerta de que se trata de una versión provisional, a la espera de la definitiva. Los precios se mueven en la misma franja que los de la anterior compañía, que ha anunciado reembolsos o cambios para una fecha anterior, algunos con recargo, para sus vuelos cancelados para después del día de cese de su actividad.

“Exigiremos respuestas, estaremos en las mesas [de negociación], hemos pedido que se amplíe el debate a nivel gubernamental”, ha señalado Fabrizio Cuscito, el secretario general de la Federación Italiana de los Trabajadores de Transportes (Filt Cgil). El ministro de Desarrollo Económico, Giancarlo Giorgetti, ha admitido que la situación de Alitalia es “muy compleja”. “Haremos todo lo posible por evitar daños”, ha añadido.

El pasado 5 de julio Italia concluyó las largas negociaciones con la Comisión Europea para liquidar Alitalia, que se encuentra en administración concursal desde 2017. El país obtuvo entonces luz verde para crear a partir de ella una nueva compañía. La compleja operación de reestructuración empresarial destinada a poner fin a la crisis en la que se encuentra Alitalia desde hace tres décadas acarrea más problemas de transición.

A ITA le esperan semanas de negociaciones delicadas en diversos frentes. Uno de ellos es la operación de compra a la vieja Alitalia de aviones, franjas horarias y los derechos de vuelo necesarios para despegar. La nueva compañía, que planea comenzar a operar con 52 aviones, aproximadamente la mitad de los que tenía Alitalia, ha presentado una oferta vinculante que debe ser aceptada por la administración extraordinaria en los próximos días. Se desconoce qué pasará con otros activos hasta ahora propiedad de Alitalia, como la marca, muy conocida en todo el mundo y valorada en unos 200 millones de euros, las divisiones que se ocupan del mantenimiento de los aviones y de la asistencia en tierra en los aeropuertos, que incluye la gestión de equipajes o la gestora de los programas de fidelización de clientes.

El Gobierno italiano tiene la intención de que ITA, que de entrada recibirá una inyección pública de 1.500 millones de euros, opte a la adquisición de estos activos sanos de Alitalia cuando se convoque una licitación, que la Comisión ha pedido que sea a precios de mercado y esté abierta a la competencia. Pero no se sabe en qué condiciones se hará. Por el momento solo podrá adquirir en negociación directa los activos estrictamente necesarios para la explotación del sector aéreo, como los aviones y los derechos de vuelo. Se calcula que solo en los últimos doce años los varios gobiernos italianos, de distintos colores y partidos, han destinado alrededor de 13.000 millones de euros para salvar a Alitalia.

El acuerdo entre el Gobierno italiano y la Comisión Europea para la reestructuración de Alitalia aún no se ha definido en detalle, pero prevé que entre la antigua compañía y la nueva haya una total “discontinuidad económica”, que implica que ITA no heredará las deudas de Alitalia. La Comisión ha impuesto esta cláusula para evitar que la operación se pudiera convertir en una ayuda estatal a Alitalia que interfiera con la competencia. La institución europea aún está investigando si los 1.300 millones de euros que el Estado italiano ha pagado a la empresa fallida en los últimos años constituyen una ayuda estatal. Alitalia, que ha rozado la quiebra en múltiples ocasiones, se había convertido en una máquina de engullir fondos públicos. Solo desde el año pasado ha recibido cerca de 300 millones de euros en ayudas para empresas afectadas por la pandemia, con la aprobación de Bruselas.

De símbolo de la ‘dolce vita’ al declive

La primera Alitalia, conocida también como Aerolíneas italianas internacionales despegó por primera vez en 1947, como compañía de bandera. Sus aviones han llevado por el mundo a los papas y a las estrellas de los años dorados de la dolce vita. En un pasado glorioso fueron una suerte de emblema de la excelencia italiana. La compañía ha sido una especie de patrimonio protegido que lleva casi tres décadas sin generar beneficios, a pesar de las ingentes cantidades de dinero que los distintos gobiernos han invertido en ella.

Pocas veces en su historia ha sido rentable. En 2008 el Estado salió del accionariado de la empresa, que pasó a llamarse directamente Alitalia, aunque desde entonces nunca ha dejado de mantenerla. La mayoría de expertos coincide en que la compañía no ha sabido adaptarse a la liberalización del mercado de la aviación que se produjo en Europa 1997 y a la consiguiente competencia. Además siempre se ha quedado fuera de la tendencia global en la aviación hacia las fusiones. Alitalia es un empleador importante en el país, con más de 10.000 trabajadores directos.

Derechos de los pasajeros

Alitalia ha apuntado las alternativas a las que optan los viajeros que tenían un billete ya adquirido para volar pasado el 15 de octubre que pasan, fundamentalmente, por cambiarlo de fecha o solicitar un reembolso integral. Según ha informado el Corriere della Sera, se estima que hay unas 250.000 personas que deben volar con Alitalia pasado el 15 de octubre y deben optar por una de las soluciones que se les ofrece.

El cambio de fecha por un vuelo anterior al 15 de octubre en el mismo destino será gratuito. Esto puede implicar un cambio de itinerario para alcanzar o volver del destino. Si también se opta por cambiar el destino se puede incurrir en un aumento de coste si el precio del vuelo es mayor. En caso de que sea más barato, no habrá reembolso de la diferencia. Tampoco se podrá cambiar un vuelo internacional por uno nacional y viceversa.

Aquellos que quieran un reintegro total, podrán hacerlo desde el mensaje de cancelación de su vuelo que llegará al mail. Si el reintegro es parcial, se puede gestionar llamando al 900 264 426 desde España, al 800 65 00 55 desde Italia, al +39 06 65 649 desde el extranjero u otros números locales que aparezcan en su web. Si se ha comprado a través de una agencia de viajes, se deberá contactar con la misma.

Las asociaciones de consumidores españolas han señalado que si el pasajero opta por ir a su destino en transporte alternativo (tren, por ejemplo) y llega con un retraso superior a las tres horas con respecto a la hora prevista en el vuelo de Alitalia, deberá ser recompensado con entre 125 y 600 euros, en función del tipo de vuelo, Si los vuelos estaban contratados a través de agencias de viajes, son éstas las que deben encargarse de la reubicación en otros vuelos.

Desde Reclamador.es aclararon que los viajeros que tengan iniciada una reclamación previa por retraso o cancelación, tendrán que esperar a septiembre, cuando el Gobierno italiano aclarará el procedimiento a seguir para poder obtener los reembolsos en caso de que Alitalia no pueda afrontarlos.


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