Quizás Ander
Barrenetxea merecía salir de inicio después de su magnífico partido ante el Espanyol, pero Imanol
Alguacil tiró de galones para colocar a Portu en el ‘once’. A la postre acertó el oriotarra porque el murciano fue el mejor jugador de los realistas.
La suplencia, en todo caso, no entristece a un Barrenetxea que siempre tiene una sonrisa para todo lo que hace. Antes del encuentro, el donostiarra jugueteó con Julen
Lobete, pero su diablura salió a relucir cuando saltó a jugar al césped de Anoeta.
Alguacil volvió a darle más de media hora, merecida por su hacer en las anteriores jornadas. Con los 33 de ayer, el canterano sigue pidiendo sitio. Al donostiarra necesitó menos de un minuto para dejar su impronta en el partido. Pasaron menos de 60 segundos entre el momento en el que chocó las manos con Oyarzabal en el cambio y el de introducir el balón dentro de la red.
La alta presión que impuso la Real en la segunda mitad provocó, con una buena defensa de Llorente, que los realistas robasen en tres cuartos de cancha. El balón cayó en los pies de Portu, que con el exterior descargó a la banda izquierda donde ya esperaba Barrenetxea. El ‘22’ no dudó. Control con la derecha, zurriagazo con la izquierda. La fortuna cayó también de su lado, la suerte del principante.
La suerte del principiante
El disparo de Barrenetxea se marchaba desviado, pero pegó en Fran
Gámez para que el balón acabase besando la red. Le sale de todo al chaval. Pero más allá del gol, el canterano sigue siendo el atacante de realista que más picante desprende. Desde la izquierda no paró de encarar, driblar y dejar atrás rivales. El propio Gámez, que al igual que Javi
López en el partido copero acabó desquiciado, no tuvo más remedio que pararle a patadas.
Barrenetxea volvió a dar aire fresco al equipo. La Real fue un ciclón en los segundos 45 minutos y gran parte de la culpa la tuvo el canterano, que aún y todo sólo acumula 361 minutos en el presente curso. A los tres goles en la Copa del Rey, único jugador de la Real que ha marcado en todas las eliminatorias, hay que sumarle el primer tanto en la competición doméstica.
El miércoles ante Osasuna está por ver si Imanol
Alguacil vuelve a recompensar a Barrenetxea incluyéndolo en el ‘once’ inicial o por lo contrario vuelve a dejarlo en el banquillo para tenerlo como revulsivo.
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